En este sentido, Zapatero señaló que la muerte del etarra "habría alimentado los peores instintos" de ciertos "sectores jóvenes del mundo radical", que son, precisamente, "los que tenemos que frenar pensando en el futuro". Además, no descartó que De Juana vuelva a prisión si la Junta de Tratamiento y "las circunstancias que existan" así lo determinan.

Zapatero, durante una entrevista en Onda Cero recogida por OTR/Press, quiso dejar claro que el estado de salud del preso etarra "era grave", una información que "viene de profesionales médicos" y con la que pretendió desmentir algunas informaciones que apuntaron que De Juana entró por su propio pie en el Hospital Donostia de San Sebastián. En todo caso, se mostró confiado en que después de "tanto ruido y tanta polémica" en torno al caso De Juana, "con el paso del tiempo" se verá este asunto "con perspectiva".

Según el presidente del Gobierno cabe tener en cuenta que en la decisión sobre el segundo grado penitenciario al terrorista influyeron varias consideraciones. "Primero, que la Ley obliga a los poderes públicos a tener en consideración la vida de aquellas personas que están sometidas a su régimen de control y sujeción", explicó, al tiempo que reiteró que De Juana "no está libre ni excarcelado", sino "sometido al cumplimiento de una forma de su condena determinada".

Además de esa consideración, Zapatero aseguró que se tuvo en cuenta "el interés general", porque "hablando de un preso terrorista, es evidente que alguna consecuencia tendrá en la lucha antiterrorista". "La muerte de De Juana habría alimentado los peores instintos de determinados sectores del mundo radical abertzale, aquellos que tenemos que combatir, instintos que tenemos que frenar pensando en el futuro", afirmó. En todo caso, subrayó que la decisión sobre De Juana "ha sido absolutamente excepcional".

"Nada tiene que ver con el proceso de paz", pues "hay centenares de presos de ETA en las cárceles y no hemos tenido una situación similar", alegó. "No estaríamos en esta discusión si este preso tuviera 30 años de condena por delante. No habría discusión si estuviera cumpliendo condena por asesinato. No habría discusión si no le quedara un año y medio. No habría discusión si el Gobierno no valorara que, como toda decisión en materia de política antiterrorista, tiene consecuencias", remachó.

NI LIBRE, NI MUERTO

En este sentido, Zapatero negó haber cedido al chantaje que plantó el terrorista con su huelga de hambre. "Él dijo que o libre o muerto y ni está libre ni está muerto. Está sometido a un régimen penitenciario, está en un hospital, sometido a custodia, vigilancia de las Fuerzas de Seguridad", argumentó, antes de afirmar que "si se recupera" y dependiendo "de lo que diga la Junta de Tratamiento" y de "las circunstancias que existan", De Juana "puede ir a su casa" o pasar a "otro tipo de forma de cumplimiento de pena".

Además, dijo "no esperar absolutamente nada" de la banda terrorista ETA a cambio del segundo grado penitenciario a De Juana Chaos. Preguntado por la posibilidad de un comunicado etarra con más pasos a favor del proceso de paz, Zapatero dijo que su Ejecutivo "no tiene elementos que le permitan afirmar o barruntar que puede haber otro comunicado". También negó cualquier tipo de contacto con ETA y volvió a subrayar que "todo lo que se pueda hablar de paz tiene que estar sometido a los principios del Estado de Derecho, de la legalidad y la democracia".

Por otro lado, Zapatero quiso hacer hincapié "en la excepcionalidad y la circunstancia tan difícil" que para el Gobierno ha supuesto el caso De Juana: "tenemos un individuo al que el Gobierno anterior le redime por escribir un libro que enaltece el terrorismo un año de cárcel, y con este Gobierno por un articulo o dos en los que hace lo mismo le caen tres años de cárcel". Poniendo sobre la mesa esta "paradoja" el jefe del Ejecutivo dijo no pretender "hacer una crítica al Gobierno del PP", sino "al PP actual".

"Su exageración en la crítica" ha llegado "a niveles altísimos", algo que el presidente consideró "poco responsable". Según dijo, si él pensara que el Ejecutivo nunca lo criticaría públicamente "como lo ha hecho el PP", como hizo durante sus cuatro años como líder del principal partido de la oposición, en los que nunca dijo "que un terrorista ni ETA ha ganado nada", pese a que se tomaron algunas decisiones "con las que no estaba de acuerdo".