Las comunicaciones aéreas entre Galicia y Barcelona se vieron ayer prácticamente suspendidas a causa de las protestas en el aeropuerto de El Prat. En total, una veintena de vuelos se cancelaron a lo largo de la jornada. Además, las anulaciones generaron una cadena de retrasos que afectaron al funcionamiento de otras líneas, de manera especial a los servicios entre Vigo y Madrid.

El caos en el tráfico aéreo sumado a la aglomeración de personas en los aeropuertos, al coincidir la protesta con el inicio de las vacaciones de agosto, hizo que las tres terminales de Galicia fuesen escenario de imágenes de nervios y protestas.

"¡Es increíble! En el aeropuerto de Barcelona no cabía nadie más. Era una auténtica ciudad sin ley. Parecía que un grupo guerrillero lo hubiese tomado", aseguraba ayer Carlos Fernández, vecino de Vigo y uno de los muchos pasajeros que se vio obligado a buscar una solución alternativa para regresar. En este caso, alquiló un coche junto a un compañero de trabajo para conducir hasta Madrid, desde donde tenían previsto volar hoy a Vigo.

El caos en el aeropuerto de Barcelona provocó escenas como la de un autocar chocando contra un avión que estaba estacionado, tras aterrizar procedente de A Coruña. El aparato sufrió desperfectos en un ala.

En Peinador se cancelaron seis vuelos: cinco servicios con Barcelona y uno a Madrid, este último por causas diferentes a las protestas laborales de El Prat. Lavacolla registró ocho vuelos anulados y estaba previsto que dos más fueron suprimidos a última hora de la noche. En Alvedro, las cancelaciones fueron siete. Además, AENA admitió que se produjeron múltiples retrasos, de los que no precisó los detalles.

En Galicia, los vuelos cancelados fueron servicios de Iberia, excepto siete de Spanair y dos de Vueling -la compañía de bajo coste que ofrece una línea entre Santiago y El Prat-.

El bloqueo de las comunicaciones por avión congestionó también el transporte ferroviario. Prueba de esto es que la delegación de Viajes Marsans en Vigo asegura que hasta el 3 de agosto no es posible encontrar una plaza libre para viajar en tren entre Barcelona y Galicia.

Desde algunas terminales gallegas, como Lavacolla, fue necesaria habilitar autocares para trasladar a los pasajeros hasta Barcelona, con el fin de evitar que perdiesen conexiones a otros destinos. Pese a todo, fueron muchos los que no consiguieron llegar a tiempo a sus enlaces.

Más allá de las cancelaciones, Peinador era escenario al cierre de esta edición de protestas de pasajeros por el retraso en las última conexiones con Madrid. Pasajeros que debían embarcar a las 21.30 horas fueron informados de que no saldría hasta las 23.00.