El fiscal mantuvo ayer la petición de 48 años de cárcel para el etarra Juan Carlos Iglesias Chouzas, "Gadafi", por el asesinato en 1991 de un policía en Barakaldo con un coche-bomba, que también causó lesiones a su mujer. En el juicio que se celebró ayer en la Audiencia Nacional y que quedó visto para sentencia, el fiscal Pedro Rubira elevó a definitivas sus conclusiones provisionales aunque aumentó la indemnización para la viuda de la víctima, de 180.000 euros a 500.000, al entender que la mujer tiene secuelas físicas y psicológicas. La viuda del policía, Catalina Rebollo, que declaró en calidad de testigo, afirmó que dieciséis años después del atentado padece secuelas "psicológicas y físicas".