El Rey apela a la Constitución y a la "indisoluble unidad de la nación"

OTR/Press / madrid

En medio de la tormenta política desatada por el proyecto de reforma estatutaria aprobado el viernes por el Parlamento catalán, y en el que -entre otras cosas- se proclama a Cataluña como nación, el Rey Don Juan Carlos I quiso alzar su voz para recordar que la Constitución es "producto de la voluntad mayoritaria del pueblo español" y que en ella se recoge "la indisoluble unidad de la Nación española". Además, el jefe del Estado señaló que la Carta Magna garantiza un amplio marco de convivencia democrática, y es capaz de articular eficaz y solidariamente nuestra rica pluralidad y diversidad".

En un discurso pronunciado con motivo del 50 aniversario de su entrada en la Academia General Militar de Zaragoza, el Rey quiso reiterar que la Carta Magna está "asentada en el consenso y la concordia" y subrayó que "se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española". El jefe del Estado, que en ningún momento realizó ninguna referencia directa a Cataluña o a la reforma estatutaria, aseguró que siempre se ha guiado por el servicio a España y a todos los españoles "en el marco de nuestra monarquía parlamentaria, promoviendo el respeto a los valores y principios de nuestra Constitución".

Aparte del Monarca, otras muchas personalidades se han pronunciado en las últimas horas para referirse, y esta vez sí de forma directa, al nuevo Estatut. Entre los que se han posicionado en contra del texto destaca el portavoz del Consejo General del Poder Judicial, Enrique López, que afirmó que la reforma estatutaria iniciada en el Parlamento catalán está abriendo "un proceso irregular que sólo busca la reforma de la Constitución", y aseguró que se trata de una iniciativa "muy similar a lo que establecía el Plan Ibarretxe".

Otros que ya han manifestado su postura contraria al nuevo Estatut han sido el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, y el del Gobierno balear, Jaume Matas. Ambos dirigentes populares advirtieron que no permitirán ningún modelo de financiación para Cataluña que perjudique a sus comunidades. Más prudente se mostró el presidente de la Xunta gallega, Emilio Pérez Touriño, que apostó por "restablecer la serenidad" ante "las voces de alarma" surgidas en relación a la aprobación del Estatuto catalán.

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