Un total de 132 inmigrantes fueron rescatados ayer en alta mar rumbo a Canarias, 95 que se dirigían a Tenerife a bordo de un deteriorado barco pesquero de madera y 37 que se hallaban a 135 millas de Gran Canaria en una barca de cuya presencia alertó un buque.

Un niño de año y medio, otro de unos 10 y una mujer figuran entre los inmigrantes auxiliados, todos ellos de origen subsahariano y hombres adultos en el resto de los casos, según confirmaron los servicios de seguridad y emergencias que les atendieron.

Ninguno de los rescatados presentó problemas serios de salud, si bien 24 de los ocupantes del pesquero interceptado rumbo a Tenerife fueron evacuados a centros hospitalarios con cuadros de deshidratación e inanición. En esta ocasión, ninguno de ellos presentó síntomas de hipotermia.

Entre los inmigrantes en peores condiciones se encuentran la única mujer y el niño pequeño que viajaba con ella, precisaron fuentes del Servicio de Urgencias Canario, que aseguraron no obstante que no corre peligro la vida de ninguno, ya que sufren sólo de deshidratación y agotamiento.

En un principio se informó de que a bordo había al menos dos muertos, si bien cuando el barco llegó a puerto, remolcado por el "Punta Salinas", de Salvamento Marítimo, no se encontró ningún cuerpo, por lo que aún se investiga si acaso los cadáveres fueron arrojados al mar.

Tripulantes detenidos

En el barco, de 20 metros de eslora, viajaban inmigrantes de varias nacionalidades, la mayoría de Costa de Marfil, pero también de Liberia y Marruecos, y entre ellos estaban el niño de año y medio, otro de 10 y una mujer.

Los dos tripulantes, de nacionalidad caboverdiana, fueron detenidos a la llegada a puerto.

El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, elogió la actuación de los equipos de rescate, que ha permitido salvar casi cien vidas, ya que, dado el viento y el estado de la mar, si no hubiera sido avistado, el pesquero podría haberse alejado a 150 millas mar adentro.

Segura indicó que se estima que el barco ha estado dos meses en el mar, aunque, dado que los inmigrantes suelen ser recogidos en distintos puertos de África, no se puede afirmar que todos ellos llevaran ese tiempo a bordo.

El pesquero interceptado en Canarias podría haber salido de Dakar (Senegal) y haber hecho escala en Cabo Verde, antes de llegar a aguas españolas, según los propios ocupantes del barco.