La jueza Estefanía López tomó ayer declaración a tres de los nueve guardias civiles supuestamente implicados en la agresión a Juan Martínez Galdeano, que pudo ocasionar su muerte en el cuartel de Roquetas de Mar (Almería), aunque el abogado de los agentes negó que el fallecimiento fuera causado por una agresión.

El abogado Gustavo Arduán aseguró a los periodistas que la muerte de Juan Martínez Galdeano en el cuartel de Roquetas de Mar (Almería) el pasado 24 de julio se debió "a un cúmulo de circunstancias totalmente de- safortunadas que han tenido este desenlace, pero no por agresión" de los agentes.

Las declaraciones del abogado se produjeron después de que la titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Roquetas de Mar tomara declaración a los primeros tres guardias civiles de los nueve supuestamente implicados.

Arduán contradijo la versión ofrecida por el abogado de la familia del fallecido, José Ramón Cantalejo, una vez conocido ayer el contenido de la autopsia realizada por el Instituto de Medicina Legal de Granada.

Autopsia

"La autopsia no ha establecido todavía las causas del fallecimiento", dijo el abogado de los agentes, y añadió que "hay unas concausas" pero, a su juicio, no se ha determinado que la muerte de Juan Martínez "se deba a actos de la Guardia Civil". Insistió en que en el informe forense no se establece "el empleo excesivo de la fuerza como determinante del fallecimiento" y defiende que "la violencia fue proporcional a las circunstancias".

El letrado de la defensa considera que los agentes "cumplían con su obligación de introducir al detenido en el vehículo policial" para trasladarlo a dependencias de la Policía Local y practicarle allí la prueba de alcoholemia, por lo que usaron la fuerza para reducir su oposición.

También explicó que el hecho de que los medios de defensa utilizados por los funcionarios imputados, entre ellos la porra y el spray, estén considerados como "armas no reglamentarias" no significa que sean "prohibidas, agresivas o letales", y que estos medios "en el inventario de la Guardia Civil no figuran como un elemento de uso normal", aunque "son elementos de carácter disuasorio" que sí emplean otros cuerpos de seguridad en España.

Por su parte, Cantalejo calificó de "inapelables" los resultados de la autopsia al establecer una "relación causal entre la muerte y la detención" y señaló que "esto no es una guerra entre la familia y la Guardia Civil, sino una guerra en la que quien tiene que ganar es la justicia".

Según el hijo del fallecido, para hablar de justicia "hay que hacerlo entre comillas porque si la justicia existiera, mi padre estaría aquí".

Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró ayer en Chile que al Ejecutivo "no le va a temblar la mano en llegar hasta el fondo" en la investigación sobre lo sucedido en el cuartel de Roquetas de Mar.