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PROSISTEMAS

El pavimento tecnológico de las cámaras determina la calidad de los alimentos congelados

Los suelos de última generación, de hasta un metro y una docena de capas, garantizan el aislamiento térmico y evitan la contaminación alimentaria

Los suelos de última generación, de hasta un metro y una docena de capas, garantizan el aislamiento térmico y evitan la contaminación alimentaria.

Los suelos de última generación, de hasta un metro y una docena de capas, garantizan el aislamiento térmico y evitan la contaminación alimentaria. / Prosistemas

Mantener la cadena de frío de los alimentos del mar es uno de los desafíos técnicos más importantes de la industria que asiste a Conxemar. La inversión de las empresas relacionadas con el frío alimentario es muy grande y los fallos de las cámaras de congelación pueden costar mucho dinero, bien por la pérdida de producto, por los gastos de una reparación o, peor todavía, por paralizar la actividad debido a contaminación no controlada causada por la baja calidad del pavimento, que a medio plazo no soporta la agresión química de los productos de limpieza y acaba generando pequeñas fisuras que acogen bacterias contaminantes y provocan un desastre sanitario.

En otras ocasiones, un mal aislamiento dispara el consumo de energía para mantener el frío. Es un gasto que en grandes instalaciones ocupa una parte estratégica del presupuesto de las empresas de congelación. Otras veces, un mal diseño del pavimento dificulta el drenaje de líquidos de limpieza o de residuos de los procesos de fabricación. 

En todos los casos, la clave está en un pavimento con base de hormigón rodeado de distintas capas específicas. La opinión pública lo desconoce, pero las ingenierías de todo el mundo llevan décadas innovando para hacer los grandes pavimentos industriales que sostienen empresas de Logística, Alimentación o Distribución y que exigen cualidades especiales de regularidad superficial, aislamiento, resistencia o antiadherencia.

La compañía española Prosistemas es líder en Europa en este tipo de superficies, denominados en el sector "suelos inteligentes" por ofrecer cualidades personalizadas para cada actividad. Prosistemas ha ganado en cuatro ocasiones el Golden Trowell, un premio a la Alta Planimetría concedido en Estados Unidos a competidores de todo el planeta. Entre sus obras más destacadas figura un pavimento de 300.000 metros cuadrados -sí, 300.000- de una pieza de hormigón sobre un suelo arenoso ganado al mar en Países Bajos, o el pavimento especial sin juntas para una fábrica futurista de autobuses eléctricos que mueve sus grandes piezas sobre aerodeslizadores y lleva todo el cableado y canalizaciones escamoteadas bajo tierra. Construir un suelo matemáticamente horizontal y liso, como una mesa de billar gigante, es una tarea de máxima complejidad a partir de cierto tamaño de superficie.

Aunque sus primeros éxitos los obtuvo con la Alta Planimetría, Prosistemas estrenó en 2000 la División de Pavimentos Alimentarios y Frío Industrial, especializada en este producto tan característico y distinto a otro tipo de suelos. Hoy tiene entre sus clientes de esta División a conserveras líderes en el sector, a empresas logísticas de alimento congelado y a fabricantes de comida en general, desde grandes olivareras a fábricas de comida procesada y la gran distribución. Algunos de sus clientes se encuentran hoy aquí, en Conxemar.

Las diferencias con otros pavimentos industriales -lo que implica una dificultad mayor y gran experiencia- están relacionadas con la capacidad para mantener la cámara aislada. Aislada del calor, aislada de líquidos residuales o de limpieza empleados en el mantenimiento, aislada de contaminación bacteriana, aislada de humedades, etc.

Esto hace que el pavimento diseñado por los ingenieros de Prosistemas incluya hasta una docena de capas de distintos materiales que pueden sumar un metro de espesor, desde el esqueleto de acero y la estructura básica de hormigón hasta distintos aislamientos y una cámara de aire -forjado ventilado- formado por grandes 'burbujas' de polipropileno que aíslan térmicamente y controlan la humedad del recinto.

Estos pavimentos acaban con una última capa superficial de resinas especiales muy resistentes a agresiones químicas o bacterianas que aíslan completamente la cámara. Estos espacios, además, están diseñados con una pequeña inclinación para facilitar el drenaje a través de canalizaciones de acero inoxidable.

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