Hace solo unas semanas, Galicia aprobaba su Estrategia de Recuperación, Diversificación y Crecimiento del sector naval gallego para el período 2022-2026, con la que, entre otros objetivos, aspira a captar fondos del Perte del sector naval. Con una inversión total prevista de 1.460 millones de euros y aprobado a su vez por el Gobierno central el pasado marzo, el Perte se percibe como una oportunidad histórica para la modernización de los astilleros gallegos, ya entre los más competitivos de Europa.

A través de este nuevo plan,  la comunidad fija así tres grandes líneas maestras como clave de futuro del naval para los próximos cuatro años: La internacionalización de la industria, con una mayor vigilancia sobre el mercado; la cooperación entre astilleros, para acceder a pedidos y mejorar la competitividad, también a través de compras conjuntas;y la búsqueda de un naval 4.0, con más I+D, una mayor automatización y presencia de nuevas tecnologías.

“El objetivo es orientar los esfuerzos de un sector estratégico en los próximos años; promover la colaboración entre astilleros y los distintos eslabones de la cadena; incentivar la diversificación de los productos y mercados, y situar a Galicia en el lugar que le corresponde ante el Perte del naval”, resumen desde el ejecutivo autonómico. 

Digitalización 

Así, el futuro de la industria naval gallega mira sin lugar a dudas a la digitalización con programas de ayuda para implantar astilleros 4.0 y la innovación a través de instrumentos financieros dirigidos a aplicar nuevas tecnologías, optimizar la gestión y promover la descarbonización.

En esa línea y en el ámbito de la sostenibilidad, se apostará por la producción y uso del hidrógeno verde, por la reparación sostenible de buques, por un mayor papel de los astilleros en sectores ligados a la energía alternativa y por la compra pública innovadora.

Economías de escala

Por su parte y sobre la cooperación entre empresas, la Xunta quiere promover acuerdos entre astilleros para obtener economías de escala y sinergias de cara a mejorar la competitividad, acceder a pedidos a través de consorcios o, incluso, a la compra de materiales conjunta. 

Observatorio del mercado

Finalmente, el plan incluye actuaciones en el marco de la internacionalización para buscar oportunidades en otros países y, sobre todo, para establecer un sistema de vigilancia permanente del mercado, además de realizar estudios específicos sobre segmentos concretos, lo que incluye establecer un observatorio para vigilar y seguir de cerca el mercado global.