Ahora que los combustibles están en sus máximos históricos y los conductores apuran más que nunca sus depósitos de combustible, es necesario hacerse la siguiente pregunta: ¿es malo para el coche circular en reserva?. Unos te dirán que no pasa nada y otros que acabarás dañando el motor, y lo más seguro es que quienes aseguran esto último sean personas mayores a las que, en parte, no les falta razón.

Y es que los coches más antiguos contaban con depósitos de metal que se oxidaban con cierta rapidez si sus paredes interiores se secaban, por lo que era recomendable mantenerlas siempre húmedas circulando con mucha gasolina. De lo contrario el óxido soltaba residuos que se podían colar en el circuito de alimentación averiando el propulsor.

Más allá de poder dañar el motor por los residuos, la reserva es de algún modo perjudicial para el propulsor ya que lo hace trabajar más de la cuenta. Al igual que que a nosotros nos cuesta más succionar a través de una pajita cuanto menos líquido queda en el vaso, a la bomba de succión le cuesta más atraer el combustible cuando es escaso.