Con la llegada de la COVID-19 y la posterior declaración del estado de alarma en marzo de 2021, nuestro estilo de vida se ha visto modificado como nunca antes habíamos experimentado. La principal revolución llegaba en lo referente a los canales de compraventa, y el sector de la alimentación no permanecería ajeno a esta nueva situación. La Revista Conxemar, en su último número, se hace eco de las conclusiones sacadas por los expertos del webinar “La covid-19 y los productos pesqueros: impacto y camino a seguir” el pasado mes de mayo, coincidiendo con el “Día Marítimo Europeo 2021”, y organizado por el Observatorio Europeo del Me rcado de Productos de la Pesca y Acuicultura (EUMOFA)

Marcio Castro de Souza, oficial superior de pesca de FAO, señalaba en su intervención algunos aspectos del sector pesquero y acuícola que ha evidenciado la llegada de la pandemia, como su alta dependencia del mercado internacional, y la gran importancia del canal horeca -hogares, restaurantes, cafeterías- para muchas especies. En este aspecto coincidía Frank Evrat, gestor de proyectos de la organización de productores (OP) Les Pêcheurs de Bretagne, una organización que agrupa a más de 600 barcos de pesca que trabajan principalmente rape, merluza, rodaballo, langosta de Noruega, lubina y albacora. “El impacto empezó a notarse primero en Italia y España. La demanda bajó de repente en una semana”, explicó. Después, una vez volvieron a abrir los colegios y el canal horeca, “volvió a aumentar el consumo y el precio de la materia prima”.

Por su parte, Maren Bøe, analista de mercado de EUMOFA, destacaba el impacto producido por la crisis sanitaria en los hábitos de compra y consumo, haciendo hincapié en el notable aumento de las venas online y el mayor consumo de los productos del mar a través del canal del retail

Javier Ojeda, secretario general interino de la Federación Europea de Productores de Acuicultura (FEAP), analizaba durante su exposición el consumo doméstico, “que se movió hacia productos de larga duración como envasados y congelados, reduciéndose el fresco”. Los costes extra que los productores han tenido que soportar para garantizar todas las medidas de seguridad y prevención, fueron otro de los aspectos que condicionaron el comportamiento del mercado. Además, al igual que el resto de ponentes, quiso hacer hincapié en la importancia que tiene la investigación, más en tiempos de crisis, así como el papel de las asociaciones. “Jugamos un rol entre las autoridades y las empresas, y en tiempos de crisis lo importante es hacer rápidas actualizaciones de la situación, mucho más que informes mensuales o trimestrales”.