Por su tamaño, por la concepción de sus fachadas, un edificio que también a nivel arquitectónico es reflejo de los avances de su tiempo, Vialia Estación de Vigo se ha convertido en una de las mayores intervenciones de regeneración urbana de la ciudad, en la que todos los actores implicados hemos trabajado con el objetivo de construir un complejo que consolide a Vigo como el destino de referencia en el mapa que ya es.
Una trama compleja
Emplazado sobre la estación de tren de Urzaiz, supone la culminación de un equipamiento urbano moderno que integra los usos ferroviario, comercial y de ocio, a la vez que recupera las conexiones con el entorno.
Un proyecto arquitectónico de gran complejidad en el que ha habido que resolver, por tanto y en primer lugar, la extraordinaria situación de encrucijada urbana que supone encajar un edificio de estas características entre Urzaiz, y Vía Norte, además de pensar en la infraestructura de accesos y suministros.
Para ello, se ha creado una nueva plaza pública ajardinada que amplía la rúa Vía Norte y se posibilita el acceso directo al centro. Se ha reformado también toda la antigua plaza de la estación, se ha ordenado y reconfigurado la salida de la ciudad a la autopista AP-9, eliminando el vial elevado que era el cuello de botella de la salida original, y se ha creado una nueva vía de servicio para la salida desde la nueva estación de autobuses.
De los retos, oportunidad
En lo que respecta al interior del edificio, las dos plantas comerciales se organizan a lo largo de una galería lineal y en torno a tres núcleos de comunicación vertical: dos en los extremos Este (plaza abierta) y Oeste (plaza de la estación) y un tercero en el gran atrio central.
Así, concebido desde el principio con la triple función de ser una estación de tren, un centro comercial y un intercambiador con la estación de autobuses anexa al edificio, otro de los grandes retos planteados por el edificio ha sido la organización de los flujos peatonales derivados de los distintos usos que confluyen en este espacio central y es que: los pasajeros que vuelven o llegan de un viaje y los clientes que disfrutan de una tarde de ocio o compras no comparten ni ritmos, ni objetivos.
Un problema a priori que, finalmente, se ha aprovechado como una gran oportunidad a través de la instalación de grandes pasarelas de acero, con inclinaciones en dos direcciones que conforman un espacio dinámico y espectacular, concebido como una gran unidad en la que conviven las distintas actividades, sin cruzarse físicamente, pero sí y mucho visualmente.
Para no dejar indiferente a nadie
Un desafío de regeneración urbana sin precedentes que no dejará indiferente a nadie, con una fachada muy tecnológica y el aprovechamiento de la cubierta como grandes señas de identidad. En esta última se situará la plaza pública: 30.000 metros cuadrados que gana la ciudad en pleno centro y todo ello con infinidad de amenities y elementos muy novedosos como escenarios y restaurantes al aire libre.
¿Qué hay del tren?
Otro aspecto del que se ha hablado menos y que, en cambio, tiene gran importancia es el esfuerzo que se ha hecho en el planteamiento de la nueva estación de tren. En su construcción, se ha previsto que, en el futuro, en lugar de ser “lanzadera” como ahora, pase a ser “pasante”, lo que recortará muchos minutos al tiempo de los trenes, intensificando enormemente el flujo de viajeros.
Desde Estudio L35 Arquitectos nos sentimos muy orgullosos de haber estado al frente del proyecto de ejecución de la estación de tren y del complejo comercial, un ambicioso complejo que es ya una realidad gracias a la colaboración entre una empresa privada como Nhood y Adif Alta Velocidad, el Concello de Vigo, la Xunta de Galicia y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agencia Urbana.
*Socio Director General de L35 Arquitectos
