Las consecuencias en nuestra salud de la pandemia, el confinamiento y el coronavirus se siguen notando con el paso del tiempo. Un ejemplo de sus efectos a largo plazo se puede apreciar en nuestro cabello, unido al hecho de que, en otoño, aumentan las consultas por la caída del pelo.

Uno de los tipos de alopecia más observados es el efluvio telógeno, que se asocia de manera directa con los procesos infecciosos como el coronavirus, pero que también se ve influido por los procesos de estrés.

Así pues, el efluvio telógeno consiste en una alteración del ciclo capilar que provoca una caída del pelo muy alarmante para quien la sufre, ya que una gran cantidad de cabellos aceleran su entrada en la fase telógeno (o fase de caída) provocando una pérdida repentina.

"Lo primero es disminuir el estrés. Entender que esa caída del cabello es un proceso reversible y que tiene solución"

No obstante, no ocurre de manera inmediata, sino que puede transcurrir un periodo de dos a tres meses desde que tiene lugar el daño hasta que se observa la calvicie de manera visible.

Se considera una alopecia de efluvio telógeno cuando la caída representa, aproximadamente, el 20% del total del cabello. El resultado lo convierte en una situación muy alarmante para los pacientes, que acuden a la consulta tras haber observado un aumento exagerado de pelos caídos, especialmente en peines, cepillos o en las almohadas.

Asimismo, si añadimos el estrés que genera el hecho de ver esa pérdida de cabello, se produce un círculo vicioso en la persona, del que puede ser difícil salir.

¿Cómo debemos tratar esta alopecia?

La Clínica Novoa expone los modos para tratar este tipo de caída de pelo, y señala que la terapia del efluvio telógeno debe incluir siempre los siguientes puntos:

Primero, disminuir el estrés. Entender que esa caída del cabello es un proceso reversible y que tiene solución.

Después, seguir todas las recomendaciones médicas. Utilizar pautas muy específicas siempre guiadas por un profesional.

Entre las más efectivas se encuentran: utilizar un champú neutro, mantener el cuero cabelludo limpio y utilizar micronutrientes o medicamentos específicos (que, de nuevo, deben ser pautas siempre por un especialista).

Es importante, seguir todas las recomendaciones médicas y utilizar pautas específicas guiadas por un profesional

Por último, se recomienda usar otros tratamientos como el plasma rico en plaquetas o PRP, muy importante para estimular el cuero cabelludo, frenar la pérdida del cabello y acelerar la fase de crecimiento capilar.

De esta forma se logra recuperar la densidad del pelo y, al mismo tiempo, se mejorar su aspecto anterior.