La ciudad de Ferrol es una de las joyas aún un tanto desconocidas para el turismo que visita Galicia. Aunque su origen se sitúa en el barrio medieval de Ferrol Vello, la zona más céntrica, A Magdalena, fue diseñada y construida en el siglo XVIII siguiendo los estándares de la Ilustración. Muchos de los edificios de la época todavía se conservan, alternando con otros más recientes entre los que tienen especial importancia los de estilo Modernista firmados por el arquitecto Rodolfo Ucha y con las galerías como protagonistas del paisaje urbano.
El legado de la Ilustración es abundante, pero destaca el Arsenal Militar, levantado con las aportaciones de personajes históricos como Cosme Álvarez, Jorge Juan, Francisco Llobet o Sánchez Bort. Aquellas construcciones se mantienen hoy en activo, muchos cumpliendo todavía la misión para la fueron concebidos, otras reconvertidas en espacios singulares, como el Museo de la Construcción Naval.
A unos metros del Cantón ‐la primera alameda urbana de Galicia‐ se sitúa el edificio de Herrerías. Como su propio nombre indica, prestaba servicio como herrería de la Armada y mantiene sus características chimeneas en el exterior, así como los espacios destinados a la forja y los pozos de los que se tomaba el agua dulce en el interior. Completamente restaurado pero manteniendo su espectacular estructura, alberga hoy el Museo de la Construcción Naval, una institución gestionada por la Fundación Exponav, en la que están representadas la Armada y las administraciones y de cuyo patronato forman parte también organismos y empresas como Navantia.
El museo es único en Europa en cuanto a su contenido; recorrerlo supone realizar un viaje por toda la historia de la construcción naval, desde los primeros barcos que apenas eran unas tablas de madera flotando en el mar hasta los más modernos buques de guerra y civiles. Se trata de un espacio concebido para toda la familia: los más pequeños disfrutarán visitando una recreación del interior de un navío del siglo XVIII o participando en alguno de los talleres en los que se enseña a realizar nudos marineros o se buscan pistas para encontrar un tesoro pirata; los mayores podrán apreciar desde los instrumentos y modo de trabajo en un astillero de ribera hasta los últimos hitos del diseño naval salidos de las factorías de la ría de Ferrol.
Maquetas tan imponentes como la que reproduce el astillero dieciochesco de Esteiro o las del crucero Canarias y el portaeronaves Príncipe de Asturias; barcos reales de todo tipo ‐desde snipes hasta botes “polbeiros”‐ constituyen algunas de las piezas que más llaman la atención en el museo. Pero si duda la joya de la colección es el pecio de la fragata Magdalena, hundida en las costas de Viveiro en 1810 y cuyos restos ‐que ahora se exponen en un espacio privilegiado de la planta baja‐ fueron recuperados en el siglo XX del fondo del mar. También impresiona la reproducción de una cuaderna ‐el esqueleto de un barco, en este caso del siglo XVIII‐ en la zona de recepción del museo, quizá el lugar más fotografiado de todo el edificio.
En el recorrido encontramos además un diorama en tamaño natural que reproduce el funcionamiento de una antigua herrería; un espacio dedicado por entero a la carpintería de ribera y una sala de gálibos en la que podemos conocer cómo se trabajaba en los primeros astilleros “industriales”, dibujando las piezas de los barcos con sus dimensiones reales en el suelo y escogiendo las maderas más adecuadas para cada una de ellas por su forma y consistencia. Los sistemas de propulsión, desde la vela o el remo a los motores ocupan también buena parte de este piso, en el que también se explican los métodos de soldadura y remachado y se muestran las herramientas para la ejecución de los trabajos.
Ya en la primera planta, el visitante puede conocer toda la historia de la construcción naval en la ría de Ferrol, desde los siglos XVIII y XIX hasta la creación de los astilleros de las dos riberas de la ría, primero bajo la fórmula de la Constructora Naval para seguir evolucionando por diferentes etapas hasta llegar a ser la sede norte del grupo público Navantia. En todo este itinerario el visitante puede encontrar paneles explicativos, maquetas, fotografías y objetos procedentes de las distintas etapas históricas: desde una antigua centralita telefónica o los primeros ordenadores hasta los retos del astillero 5.0.
La primera planta alberga también una exposición de faros y señales marítimas con piezas cedidas por la Autoridad Portuaria de Ferrol‐San Cibrán y Puertos del Estado.
El museo dispone además de una sala de exposiciones temporales en la que se realizan habitualmente muestras de diferentes disciplinas artísticas. Igualmente cuenta con un interesante archivo y biblioteca con un amplio fondo documental de gran valor científico-técnico.
En la página web de la Fundación Exponav existe la posibilidad de realizar un recorrido virtual por el museo.
Horario:
Lunes a sábado: de 11.00 a 19.00 horas
Domingo: de 11.00 a 15.00 horas
Es posible concertar visitas de grupo a través del correo exponav@exponav.org o bien del teléfono 981 359 682.
Toda la información al visitante aquí
