Las restricciones motivadas a raiz de la pandemia del coronavirus impidieron que este colectivo pudiese realizar antes su puesta de largo. A pesar de haberse formalizado en 2020, el colectivo no pudo estrenarse presencialmente hasta el mes de septiembre de este año. La COVID obligó a sus integrantes a trabajar de manera virtual, apostando en gran medida por las redes sociales.

Esta primera actividad presencial fue una charla en colaboración con Mulleres en Igualdade de Vigo que, bajo el título “Violencia de género, unha realidade oculta”, pretendía incidir en una lacra “contra la que todos deberíanos posicionarnos”.

Bea Mosquera, responsable de Igualdad del colectivo estradense opinaba que “falta mucho. Hemos avanzado en derechos pero hay todavía mucho por hacer. Es un trabajo conjunto de hombres y mujeres. Tenemos la responsabilidad conjunta de construir una sociedad con equidad”.