El Concello de Ponte Caldelas, a apenas 20 minutos en coche desde la ciudad de Pontevedra y a unos tres cuartos de hora desde Vigo es no sólo la capital de la comarca formada a las orillas de los ríos Verdugo y Oitavén, sino también la del turismo verde en la zona central de la provincia.

La Playa Fluvial de A Calzada, reconocida por medios de prestigio como una de las 10 mejores de España para viajar con niños, está ubicada en el río Verdugo, una arteria limpia y carente de presión urbanística que toma su nombre del color verdoso de las aguas por el efecto de los reflejos de la vegetación que lo acompaña a lo largo de todo su recorrido hasta desembocar en la boca de la ría de Vigo.

La playa de A Calzada es el punto de encuentro del verano y también el lugar idóneo para iniciar muchas de las rutas de senderismo que recorren los parajes naturales del municipio, pues los senderos están todos ellos interconectados y es posible hacerlos con salida y llegada desde el centro. En cualquiera de estas rutas abundan los cruceiros, los “petos de ánimas”, los molinos de agua y las calzadas empedradas para el paso de los carros.

Sendero azul

Entre ellos destaca el Sendero Azul, porque aprovecha los márgenes del Verdugo para enlazar la playa fluvial con los tradicionales pasos de piedra utilizados para cruzar el río en los lugares de A Fraga y Portasouto. Estas magníficas piezas de la etnografía popular constituyen el principal atractivo del sendero y son también un icono del municipio.

Muy cerca de allí, en la parroquia de Laxoso, se conservan los vestigios del “foxo do lobo”, la trampa tradicional con dos muros que se van estrechando hasta terminar en un reducido espacio circular en el que, tradicionalmente, se daba caza a esta especie.

El atractivo del río Verdugo se ha visto incrementado en los últimos años por la utilización de los rápidos situados a partir del lugar de A Roca, incluyendo tres magníficos saltos de agua, como lugar para la práctica del barranquismo.

Pasea entre los gigantes de los bosques de California sin salir de la provincia

En la visita de los amantes de la naturaleza y el turismo verde a Ponte Caldelas, no puede faltar el Monte do Pé da Múa, en Buchabade, donde se encuentra el bosque de secuoyas más significativo de la comunidad, la viva y longeva prueba de que no es necesario viajar a California para disfrutar paseando entre estos árboles gigantes, en algunos casos de más de 50 metros de alto.  

Una joya forestal que se ha conservado durante décadas desde que fuese plantado por ingenieros del ICONA a mediados del siglo pasado, y que cautivará a pequeños y mayores por igual con sus hermosos ejemplares de la que se considera, de hecho, una de las especies de árboles más altos de todo el planeta.