El tejido empresarial e industrial avanza en un consenso cada vez mayor hacia los modelos energéticos sostenibles, en línea con los objetivos estratégicos de la Unión Europea que definirán el nuevo modelo de economía tras la pandemia. 

En este contexto, reducir los costes energéticos y la huella medioambiental son dos cuestiones clave en el entorno empresarial e industrial, que aspira a la máxima competitividad desde un firme compromiso con la sostenibilidad. 

La tecnología solar fotovoltaica se presenta como respuesta a ambos retos, por lo que cada vez más empresas e industrias de todos los sectores apuestan por las instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo como la mejor garantía de futuro. 

Según detallan firmas líderes del sector como Voltfer, enseña del Grupo Alvariño especializada en soluciones fotovoltaicas, en los últimos meses han venido ejecutando instalaciones en industrias y empresas de prácticamente todos los sectores

Se trata de una apuesta por la transición energética de la mano de una fuente de energía renovable y no contaminante, que además permite una fácil y rápida implantación y una amortización a corto plazo de las inversiones realizadas.

Ventajas ambientales y económicas

La fotovoltaica es la forma más rentable, eficiente y ecológica para generar energía. Desde el punto de vista medioambiental, el uso de una fuente limpia e inagotable, con un sistema de producción libre de emisiones, proporciona un importantísimo efecto en la reducción de la huella de carbono, y permite producir electricidad en el lugar de su utilización, evitando los costes de transporte y su impacto en los ecosistemas. 

En términos económicos, es mucho más competitiva que la generación mediante métodos no renovables, con un crecimiento exponencial del ahorro. Además, hay que destacar su rápida instalación, su prácticamente nulo mantenimiento y los plazos de amortización de la inversión, que permiten cubrir los costes con el ahorro generado en un plazo medio de cinco años. 

Todas estas ventajas la sitúan como la renovable con mayor potencial para las firmas del tejido económico. 

Instalación de Voltfer en la Universidad de Vigo Cedida

Transición energética 

Ante el incremento del precio de la energía, el autoconsumo basado en la generación con fotovoltaica está siendo la clave de un nuevo modelo energético para las empresas en Europa, por el cual en Galicia se está apostando de manera decidida, como se desprende de los planes del Gobierno gallego en materia de energía para los próximos años. Esta estrategia contempla a empresas e industrias de distintos sectores como objetivos prioritarios, con importantes órdenes de ayudas autonómicas dirigidas este fin, que en los últimos ejercicios llegaron a superar el 50% de las inversiones. Se trata de un esfuerzo que apunta a su continuidad tanto en este ejercicio como en futuras convocatorias, en línea con el cumplimiento de los objetivos de generación energética con renovables acordados por la Unión Europea y con las directrices que orientarán las inversiones financiadas con los fondos del programa Next Generation EU, para el relanzamiento de la economía tras la pandemia.

En este contexto, entre las firmas que ya han apostado decididamente por la fotovoltaica en Galicia se encuentran empresas de referencia de nuestro tejido productivo. Según detallan firmas líderes del sector como Voltfer, enseña del Grupo Alvariño especializada en soluciones fotovoltaicas, en los últimos meses han venido ejecutando instalaciones en industrias y empresas de prácticamente todos los sectores. 

Entre ellas:

  • Firmas congeladoras o refrigeradoras del sector pesquero con elevados consumos como Mascato o Frioya;
  • de bienes de equipo como Kinarca;
  • centros de producción del sector agroalimentario, con cooperativas como Coren, Aira, o el grupo Hogomar, a la vanguardia en este tipo de inversiones;
  • instalaciones comerciales con grandes superficies, como hipermercados o concesionarios de automoción, con grupos como Yáñez, Autogal o Luis Aragonés;
  • empresas del textil, como New Balance o Bimba y Lola;
  • o firmas hoteleras, como el Grupo Caldaria,
  • junto a otros clientes empesariales o institucionales, como la Universidad de Vigo. 

Son las primeras en abordar la transición energética de la mano de la energía solar y la generación con fotovoltaica. 

Instalación fotovoltaica de Voltfer en una granja de Coren Cedida