Piensen en un tomate de huerta, de esos que podrían comerse a mordiscos, y entonces les resultará más fácil entender a Edu Sanjurjo. Hace ya tres años que decidió apostar por el E-commerce en el que es uno de los sectores con menor penetración on-line, y hacerlo además en clave local, ecológica sostenible. Así fue cómo surgió Kibus, un marketplace especializado en alimentación que lleva los mejores productos frescos y de temporada de los mercados de abastos directamente a tu casa, sin pedidos mínimos ni gastos de envío y con una comunicación directa entre clientes y placeros.

Conocimiento del entorno y del género, calidad y confianza son las claves de éxito de la iniciativa, con presencia en el Mercado de O Calvario de Vigo y la Plaza de Abastos de Pontevedra, además de en A Coruña, Ferrol y Lugo. No es que no puedan competir con Amazon, es que el concepto que defienden es otro: "Queremos ir más allá, no limitarnos a ser meros intermediarios o recaderos”.  

¿Por qué los mercados de abastos? 

Creo que estaremos todos de acuerdo en esto: los mercados de abastos cuentan con el mejor producto. Los placeros llevan años eligiendo su género, saben dónde y cómo encontrar la calidad y además compran en pequeñas cantidades. Personalmente, los considero patrimonio indiscutible de nuestras ciudades. El problema es que muchos no tenemos tiempo para ir. De ahí surge Kibus, la idea es facilitar ese producto sano, sostenible, fresco, de calidad... al cliente final, replicando en la medida de lo posible esa experiencia de compra presencial. 

Con presencia en el Mercado de O Calvario de Vigo y la Plaza de Abastos de Pontevedra, Kibus trabaja sin pedidos mínimos ni gastos de envío

Tenía la idea, ¿cómo se lanza a ponerla en marcha? 

Por un lado, siempre me ha llamado mucho la atención tratar de tú a tú con el cliente final. Por el otro, el de la alimentación es un mundo que me apasiona. Se trata de uno de los sectores con menos penetración en comercio electrónico, más aún si hablamos de productos frescos: la gente quiere verlos, tocarlos…  Ahí estaba el desafío, pero yo me acordaba de lo que había pasado con el sector textil: nadie se imaginaba hace diez años que íbamos a comprarnos ropa sin probárnosla. Es una cuestión de confianza: si ofreces un buen servicio y un buen producto, la desconfianza desaparece y la gente cambia sus hábitos.   

Habla de generar confianza… 

Absolutamente. En la compra de la plaza, la confianza entre cliente y placero resulta fundamental. Nosotros no queremos perder eso. Decir que replicamos al 100% la experiencia presencial, sería mentir, pero sí considero que ofrecemos un servicio lo más parecido posible. 

La web cuenta con un apartado de observaciones a través del que el cliente se comunica directamente con el placero. El objetivo es ofrecer una experiencia lo más parecida posible a la compra presencial

¿Cómo se logra? 

Con calidad y profesionales conocedores del sector y del entorno al mando. En nuestra web, el cliente puede acceder cada mañana a una actualización de los productos y los precios del día, verlos en vivo. Contamos además con un apartado de observaciones que para nosotros es clave porque permite que el placero y el cliente final interactúen de forma directa. Ahí, indican lo que quieren: “Ponme estos filetes finitos que son para los niños”, “busco cuatro aguacates, dos maduros para comer esta semana y dos que duren más”, etc. Así es como se va generando esa relación de confianza que, insisto, para nosotros es fundamental.  

¿Todo por el cliente? 

Por supuesto, nuestra vocación de atención al cliente es absoluta, nuestra razón de ser. La clave es tan sencilla y tan difícil a la vez como hacerlo bien. Tenemos el producto, el servicio está en nuestro ADN, y el modelo de negocio tiene sentido, hay un nicho a la hora de ofrecer a los consumidores la posibilidad de comer sano, fresco y sostenible de una forma cómoda, que permita conciliar este deseo con sus responsabilidades, y la mejor prueba es que quien nos prueba con pedidos puntuales, acaba utilizando nuestro marketplace para hacer la compra semanal de frescos. 

¿A qué tipo de perfiles se dirigen?

Cuando empezamos el proyecto, teníamos un target definido: gente joven trabajadora que se preocupa por comer sano, fresco, de temporada. Y ese cliente lo tenemos, pero nos ha sorprendido mucho que también confían en nosotros otros perfiles: habituales de los mercados, que encuentran en nosotros otras ventajas como ahorrarse transportar las bolsas.

¿Con qué barreras se han encontrado para llegar hasta aquí? 

La mayor parte de los estudios apuntan a que los gastos de envío son uno de los mayores frenos al comercio on-line, por eso nosotros hemos decidido eliminarlos. Es el mismo precio que en el mercado, y lo entregamos en franjas de dos horas en horario de 10.00 horas de la mañana a 20.00 horas de la tarde.

Tampoco establecemos un pedido mínimo: queremos que la gente compre única y exclusivamente lo que necesite y aportar así nuestro granito de arena a la lucha contra el desperdicio de alimentos. Igual que con los plásticos de un uso, que es una barbaridad, nos hemos puesto las pilas: en las plazas casi no se usan, nosotros apostamos por cajas y bolsas de cartón.

Se cumplen tres mes del desembarco en Vigo, ¿cómo ha ido la experiencia hasta aquí?

Para Kibus, Vigo era el siguiente paso natural, después de A Coruña y Ferrol: somos vecinos, es una de las ciudades más importantes de Galicia, y optamos por el Mercado de O Calvario, que cuenta con grandísimos productos y que nos ha recibido con los brazos abiertos. Los placeros nos han ayudado muchísimo y desde aquí quiero agradecerles su dedicación porque, sin ellos, este proyecto no existiría. También acabamos de llegar a la Plaza de Abastos de Pontevedra. Llevamos meses trabajando con ellos mano a mano y las expectativas son muy buenas. 

¿Conoces la Sección del Chef?

Puede que a ti también te pase: Quieres comer sano y rico, pero, al final: o te ayudan, o acabas haciendo todos los días lo mismo. Precisamente por eso, en Kibus han incorporado la Sección del Chef, un apartado en el que sus clientes pueden interactuar con profesionales de la cocina: “Ellos dicen cuánto se quieren gastar, el tipo de comida que buscan, para qué ocasión... y uno de nuestros profesionales les hace una propuesta de receta y pedido. Si les parece bien, le enviamos los productos”, explica Sanjurjo, que lo tiene claro: “No es lo mismo que yo te diga esto o lo otro, que que lo haga un cocinero”. Todas las facilidades necesarias, en definitiva, para comer bien y hacerlo además a través de la apuesta por productos de proximidad, gallegos: "El producto que tenemos aquí es una pasada".

Pruébalo ya en: https://kibus.online/vigo