Los graneles agroalimentarios representan ya casi la mitad del tráfico total del Puerto de Marín, con grandes operativas tan destacadas como la que se produjo a principios de este mes de septiembre, con la llegada a puerto de más de 100.000 toneladas de cereal a bordo de dos buques graneleros, y a la que se suman las 70.000 toneladas descargadas en julio.

De hecho y pese al actual contexto económico mundial, el puerto ha incrementado en casi un 23% sus cifras de descarga de graneles sólidos en los dos primeros trimestres de 2020, última fecha de la que se tienen cifras, con respecto al mismo periodo del año anterior.

Un nuevo paso hacia delante del que está considerado como un centro logístico de primer orden para este tipo de cargas, uno de los tráficos que cuentan con certificación europea de calidad en el puerto, y para las que el puerto ofrece grandes ventajas como la disposición de operadores y maquinaria especializada, además de una gran capacidad de almacenamiento. Se suma a todo ello la importante conexión ferroviaria de la que dispone el puerto de Marín, lo que facilita el tránsito de estas mercancías con la salida diaria de al menos un tren de cereales.

Uno de los últimos ejemplos de la capacidad portuaria en este sector se vivió hace sólo un par de semanas, durante la nueva e intensa operativa de descarga de graneles agroalimentarios celebrada a principios de septiembre, con más de 100.000 toneladas de cereal a bordo de dos buques graneleros, consignados por el Grupo Nogar que simultanearon operativa en los muelles Manuel Leirós y Comercial Oeste.