La crisis del Covid-19 pasará. Para entonces necesitamos las mejores ideas, los proyectos más prioritarios y a los líderes más cualificados para que contribuyan con sus propuestas a arrancar la nueva etapa de construcción de Galicia una vez concluido el periodo tan crítico, social y económico, causado por el coronavirus.

Faro de Vigo se propone contribuir con esta serie a abrir un espacio para analizar los trascendentales retos a los que se enfrenta la comunidad. Son los desafíos para después de una crisis.Protocolos de seguridad

“La crisis ha cambiado la sistemática de las consultas, con nuevos protocolos de seguridad. En otorrinolaringología trabajamos con la vía aérea, una zona de riesgo, por lo que las precauciones son extremas. Además de medidas como los cuestionarios epidemiológicos, el uso de EPIs y gel hidroalcohólico, etc., hemos desarrollado mascarillas adaptadas para las exploraciones, con un orificio a través del que se introduce la fibra óptica”.

Optimización de los tiempos

“Hemos espaciado las citas de consulta, con un margen de 20 minutos más con respecto a la dinámica anterior a la Covid-19. El objetivo es doble: que nunca coincida más de un paciente en la sala de espera y, a la vez, tener tiempo para la higienización de los espacios con soluciones desinfectantes entre una consulta y otra. Para esto, la colaboración de los pacientes es clave, deben de ser muy puntuales y están respondiendo muy bien”.

La teleconsulta llega para quedarse

“Hace solo un par de meses, la teleconsulta podía parecer algo que no tenía mucho sentido, pero me atrevo a pronosticar que ha llegado para quedarse. Estamos comprobando que es una herramienta que ofrece resultados y que permite resolver más cuestiones de las que esperábamos, nos ha sorprendido para bien. En la clínica hemos implantando la consulta telefónica y la videoconsulta, adaptándonos a las plataformas con las que está más familiarizado cada paciente, y lo cierto es que, en muchas ocasiones, puedes aproximar el diagnóstico y evitar que se traslade. Lo aprendido durante esta crisis puede ayudarnos también a optimizar recursos”.

Inversión en tecnología

“Hoy en día, existen multitud de herramientas tecnológicas seguras, a precios razonables y con una gran usabilidad que nos permiten estar cerca de los pacientes y responder a sus necesidades con inmediatez. En la actualidad, se puede reprogramar un implante coclear a distancia, esto es un avance maravilloso. En la consulta, por ejemplo, hemos iniciado un proyecto experimental con un pequeño aparato que capta imágenes del oído para llevar a cabo el seguimiento de varios pacientes a distancia, con muy buenos resultados. Las necesidades que ha creado la crisis sanitaria también nos han ayudado a empezar a valorar otras formas de hacer las cosas y creo que la inversión en nuevas tecnologías marcará la pauta en muchas especialidades a partir de ahora”.

Optimismo y buenos hábitos

“Estamos en un escenario favorable, cada vez hay menos casos, somos bastante optimistas y esperamos que se cumplan esas buenas previsiones. Todo se va normalizando y progresivamente volvemos a la actividad habitual, pero es razonable pensar que los nuevos protocolos implementados nos acompañarán al menos a corto y medio plazo y que, del mismo modo, hay muchos hábitos que se quedarán con nosotros porque esta crisis nos ha marcado. Hablo de costumbres como la de lavarse las manos a menudo o el uso de mascarillas, que incluso pasará a estar considerado como algo ‘bien visto’ porque denota respeto hacia los demás, orden, disciplina”.