En 1869 Carlos Albo Kay empezó su gran aventura empresarial abriendo una pequeña fábrica de salazón en Santoña, uno de los puertos pesqueros más importantes del Cantábrico. Hoy, 150 años después, la conservera ALBO, con sede principal en Vigo, celebra su siglo y medio de vida.

Con motivo de este gran acontecimiento, la empresa está llevando a cabo desde el mes de marzo una campaña global de comunicación bajo el lema “150 años conservando lo bueno”, en la que se pone en valor la esencia tradicional de la marca, entendida desde el saber hacer en el trato al producto y la materia prima, punto central de la compañía a lo largo de los años.

“Conserva lo bueno”, leitmotiv de la campaña, pretende ir más allá del producto y hacerlo extensible a los buenos momentos de la vida. Por eso, la compañía, ha decidido recopilar todos esos grandes recuerdos y momentos especiales de sus seguidores, y enviarlos a la última frontera: el espacio. Un lugar que seguramente habitaremos en unas décadas, por lo que dentro de 150 años futuras generaciones podrán descubrirlos.

A través de la web, participaron un total de 25.819 personas, que enviaron sus recuerdos en forma de mensaje, canción o foto. Todos ellos se han recopilado y se han enviado al espacio, dentro de una lata de conservas de la firma gallega.

Para llevar a cabo este proyecto, se ha contado con la empresa Sent Into Space, expertos en este tema y quienes se han encargado de todo el proceso.