Una vez tomada la decisión de tener hijos, habitualmente lo que sucede es que la pareja se pone manos a la obra con mucho optimismo e ilusión. Pero la realidad es que lograr el embarazo no resulta tan sencillo como inicialmente se puede pensar sobre todo si tenemos más de 35 años. Son excepcionales los casos en los que se produce antes de la primera menstruación. Si todo va bien, lo normal es que el proceso tarde unos meses.

Las causas más comunes por las que las parejas tardan cada vez más en concebir son múltiples:

- Hábitos: El ritmo de vida actual no favorece en nada la tarea de procrear. El estrés de una vida acelerada, el consumo de alcohol, tabaco o la vida sedentaria son factores que no ayudan.

- La edad: El paso del tiempo es uno de los factores limitantes a la hora de tener hijos, factor que incluso puede llegar a convertirse en peligroso para madres primerizas. A partir de 35 años se considera como embarazo de riesgo.

- La calidad del semen: En los varones jóvenes, la calidad del semen ha disminuido considerablemente en las últimas décadas. El factor anterior, la edad, agudiza el problema.

- Psicológicas: Del entusiasmo y motivación de los primeros meses de intento, se pasa a la frustración y el desánimo. El coito puede pasar a convertirse en una obligación y una obsesión, causando un alto nivel de estrés en la pareja que influye muy negativamente.Algunos consejos que pueden ser útiles para quien esté buscando un embarazo pueden ser:

- Tener hábitos saludables. Reducir o eliminar el consumo de alcohol y tabaco y hacer actividad física.

- Aprovechar los días de fertilidad de la mujer. Son pocos al mes por lo que no deberían desaprovecharse.

- Tener relaciones sexuales con frecuencia. La mejor frecuencia, no obstante, es la que marque la líbido de la pareja. Si no apetece, no se debe forzar.

Si se llevan a cabo estos consejos y aun así no se logra la gestación tras un año de relaciones sexuales frecuentas y no protegidas, es conveniente someterse a un estudio de fertilidad.

Sin embargo, existen una serie de circunstancias que pueden hacernos considerar el inicio del estudio antes del año, tales como:

- Mujeres mayores de 40 años: Se ha evidenciado la disminución de la tasa de gestación por encima de esta edad.

- Mujeres con ciclos menstruales irregulares o periodos de ausencia de menstruación (amenorrea).

- Mujeres con antecedente de cirugía pélvica o patología de las trompas o el ovario.

- Varones con antecedentes de cirugía urogenital, patología genital previa o inflamación testicular.

- Parejas con antecedentes de dos abortos o más.

- Parejas con enfermedades genéticas.

- Parejas sometidas a vasectomía a ligadura tubárica.“El embarazo no resulta tan sencillo como inicialmente se puede pensar sobre todo si tenemos más de 35 años”

El estudio de fertilidad consiste en la valoración anatómica de la mujer en la que se descarta cualquier patología a nivel del aparato genital y se comprueba que las trompas de Falopio son permeables. Además, se realiza una valoración de la capacidad ovulatoria, una ecografía ginecológica y una analítica completa con perfil hormonal específico del ovario. Por último, se completa el estudio inicial con un seminograma. Es muy recomendable solicitar pruebas para valorar el estado de salud general de los pacientes y un estudio de tipo genético que es el cariotipo.

Sin embargo, 2 de cada 8 parejas tienen dificultades para concebir a pesar de que el semen tiene la concentración y movilidad adecuadas y la mujer tiene una exploración anatómica del aparato reproductor y funcional del ovario normal.

Hay que tener en cuenta que con el estudio de esterilidad inicial no se pueden valorar los dos gametos ni la interacción de ambos ni tampoco la fecundación y desarrollo embrionario inicial. Si existe un problema a este nivel es posible que no se detecte hasta que se realiza una Fecundación in Vitro. Por ello, es muy importante tener en cuenta que en una esterilidad de larga evolución y a pesar de que las pruebas sean normales, la FIV puede ser una buena aproximación diagnóstica y terapéutica.

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