Margarita Silva no está de acuerdo con la mayoría de la ciudadanía y estima que la seguridad no es la suficiente ni en los espacios urbanos ni en los del rural.

Esta hostelera jubilada sufrió en sus propias carnes la actividad de los delincuentes, ya que hace años se produjo un robo de joyas en su domicilio de la Praza da Marina que quedó sin esclarecer. Por este motivo declara que "la vigilancia no es la suficiente en ningún entorno y por eso se producen tantas agresiones y tantos robos". En este sentido recalca que "cuando sales de noche por las calles apenas se ve ninguna patrulla policial por eso la gente no debe sentirse segura".