El presidente de la Xunta y jefe de filas del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, ha recriminado este lunes a Podemos y Ciudadanos su "indefinición calculada" al respecto de si dejarán que gobierne el partido que gane las elecciones el próximo domingo, como los populares han prometido hacer. "Esa indefinición está destruyendo el sistema democrático", ha alertado.

Y es que, como ha sostenido en un mitin en Santiago junto al ministro de Sanidad en funciones, Alfonso Alonso, "si la gente ve que su voto no tiene efecto, se destruyen las instituciones". Consciente de que a algunos "les interesa seguir con el bloqueo para decir que la democracia no vale", ha erigido al PP contra el partido que dice "no al bloqueo y al populismo".

"Somos un partido reformista, que fue convocado al gobierno de España cada vez que hubo problemas", ha manifestado, en alusión al ascenso de José María Aznar y de Mariano Rajoy coincidiendo con dos crisis económicas.

En la misma línea, Feijóo ha planteado que el domingo próximo servirá para decidir "si España vuelve a moverse o a pararse", al tiempo que ha señalado que hay "los mismos mil motivos" que hace cuatro años para apoyar al PP en las urnas.

"Por las reformas que quedan por hacer, para que España no se paralice y para que la gente pueda darse la mano con independencia del partido al que vote", ha enumerado, y ha subrayado que la acción del gobierno popular permite que hoy España pueda "mirar con esperanza al futuro".

El PP, "la única garantía"

Dicho esto, ha señalado que la cita del domingo se dirime entre "la moderación y el sectarismo" y, así, ha situado a su partido como "la única garantía" de que no gobiernen "las mareas de Podemos".

En este sentido, ha apelado a los votantes de C's y también a los del PSOE que no quieren ver a su partido convertido en "una muleta" de Pablo Iglesias. "La moderación y el constitucionalismo que defendieron siempre está en nuestra papeleta", ha invitado, crítico con que "la única propuesta" de En Marea en la legislatura recién concluida sea "pedir un referéndum de independencia en Galicia".

Precisamente aprovechando la visita de Albert Rivera a Vigo, le ha retado a que, si de verdad "quiere regenerar la política en España y no quiere que Pablo Iglesias sea presidente", recomiende a quienes le votaron en Galicia que opten por el sufragio al PP, puesto que en tres de las cuatro circunscripciones no consiguió representación el pasado 20D.

Críticas a Podemos

En paralelo, el máximo mandatario gallego ha cargado contra Podemos y sus confluencias al opinar que Pablo Iglesias no acudirá a Galicia en campaña porque la considera "un territorio de segunda categoría".

Además, ha incidido en las críticas del veterano Xosé Manuel Beiras (Anova) sobre Yolanda Díaz (Esquerda Unida), para censurar que pida el voto para ella pese a la actitud "insolidaria, ingrata y desleal" que le afeó en público.

Centrado en Pablo Iglesias, ha señalado que sus referentes sean "Maduro en América; en Europa, Tsipras y en España, Zapatero". "Muy bien, Pablo, muy bien. La santísima trinidad", ha ironizado, antes de dejar claro que a su partido "no" le gusta ninguno de estos representantes.

A modo de conclusión, para advertir sobre el "desastre" que suponen las mareas, ha utilizado al alcalde de la capital gallega, Martiño Noriega, que "ni soluciona los baches". "Si los viales de Santiago fuesen titularidad de la Xunta, no habría uno solo", ha proclamado, a lo que el ministro se ha sumado para bromear con que "no hay baches dentro de la Catedral" por la decisión del regidor de "no entrar" en el templo.

"Muchas campañas"

Finalmente, tanto Alonso como Feijóo se han intercambiado guiños sobre el futuro político del ministro y la posibilidad de que concurra a las elecciones vascas.

"Me gustaría que fuera el lehendakari de todos los vascos, pero de eso ya hablaremos", ha lanzado el gallego, tras definir a Alfonso Alonso como "un político audaz". Por su parte, el vasco también ha bromeado con las "muchas campañas" que le quedan este año y ha erigido al presidente de la Xunta en "una referencia de buen gobierno" de la que "presume" todo el PP.