Las olas alcanzan la arena agrupadas en series y habitualmente la primera suele ser más pequeña que las que vienen detrás. La política gallega parece regirse por el mismo principio y, tras la irrupción de las mareas en las municipales de mayo, la coalición En Marea, que recogía su espíritu, debutó ayer rozando los 408.000 votos, alcanzando seis escaños y dos senadores y situándose como segunda fuerza, superando en número de papeletas al PSdeG. Por ello, sus integrantes no dudaron en señalar como objetivo la Xunta en las elecciones autonómicas de 2016, que definieron como un pulso entre dos polos: el PP y la "nueva política" de la que se proclamaron representantes.

La coalición entre Podemos, Anova y Esquerda Unida protagoniza gracias a los resultados de ayer un nuevo capítulo en la política gallega, al obtener seis escaños. Lo más llamativo, sin embargo, radica en que a los dos de Pontevedra y A Coruña, suma uno en cada una de las provincias del interior. La última vez que un partido diferente a PP y PSOE había logrado un acta en Lugo fue en 1982; en el caso de Ourense, 1986. También logró un senador en Pontevedra y otro en A Coruña.

Su peso urbano es evidente, destacando el caso de Vigo, donde se situó como la papeleta más apoyada, mientras que en el resto de ciudades fue segunda, con excepción del tercer puesto de Ourense. Sin embargo, menos de la mitad de sus sufragios provienen de las urbes, lo que evidencia que sus caladeros van más allá del cliché urbanita.

Los resultados doblan, además, la mayor representación lograda en la historia por el BNG y permitirá a En Marea crear un grupo parlamentario propio, situación que destacaron todos sus dirigentes y que fue una de las batallas para sellar esa alianza.

Xosé Manuel Beiras, líder de Anova, destacó ese hecho tras una "derrota descomunal del PP". Incluso propuso un frente de la izquierda para impedir el gobierno de la derecha, donde incluyó a Ciudadanos, y lanzar de forma inmediata "medidas urgentes" para iniciar la "quiebra democrática" del régimen de la Transición.

De los diputados electos, solo hablaron Antón Gómez-Reino y Yolanda Díaz, números 1 y 2 por A Coruña. Pero a ellos se unieron Breogán Riobóo, secretario xeral de Podemos, y Martiño Noriega, alcalde de Santiago. Todos incidieron en que la "confluencia" de formaciones políticas resulta imprescindible para tratar de conseguir la victoria en las autonómicas, una quimera hace cinco meses y una opción real ahora tras lograr algo más del 25% de votos por el 37% del PP.

"Las Mareas son la alternativa al PP en Galicia", proclamó Gómez-Reino. "Desde ya vamos a trabajar para derrotar al PP en las autonómicas. Y el único camino es la confluencia", insistió Díaz. De momento, carecen de candidato.