La (nueva) normalidad fue la tónica de la jornada electoral en A Mariña. Con mascarillas y geles hidroalcohólicos, los vecinos de esta comarca lucense, protagonistas involuntarios durante la campaña por sufrir el peor rebrote de coronavirus en la comunidad, acudieron a las urnas sin incidencias.

El 12-J comenzó con puntualidad en la comarca, que no registró problemas a la hora de conformar sus 103 mesas electorales por las que estaban llamados a acudir un total de 58.089 electores, sin tener en cuenta los residentes en el extranjero. Incluso en Burela, el municipio más efectado por el Covid-19, la cita arrancó con normalidad en sus mesas.

Los votantes apenas tuvieron que esperar a las entradas de los colegios y pabellones habilatados, sin llegar a generarse aglomeraciones. La imagen en todos los espacios electorales mariñanos fue la misma: tímidas colas marcadas por la distancia de seguridad. De ello se encargaron los miembros de las fuerzas de seguridad, que velaron durante todo el día por el normal transcurso de los comicios y por el cumplimiento de los protocolos sanitarios, como el límite de aforo o el lavado de manos, que sí ralentizaron ligeramente el ritmo de voto, "fluido", en todo caso, en palabras de los alcaldes de la zona.

Fue en el epicentro del brote, que ayer consiguió descender en un caso hasta los 185 activos, donde un vecino protagonizó la anécdota de la jornada. Un burelense cogió una papeleta para después romperla en trozos, en público, en una llamada de atención sobre la prohibición de voto a los contagiados por Covid-19.

Aunque la fotografía más llamativa de la calurosa y atípica cita con las urnas fue la de los trabajadores de Alcoa, que aprovecharon la jornada electoral para visibilizar su lucha por el futuro de la planta de aluminio que la multinacional tiene en la comarca de Lugo, en concreto en el ayuntamiento de Cervo. Los obreros de turno acudieron a votar vestidos con los uniformes de faena mientras que los que libraban y sus familiares lo hicieron con mascarillas y camisetas donde se pudieron leer lemas como "A Mariña sálvase loitando" y "Peche non".

Pese a que la jornada acabó sin incidencias, el rebrote mermó la participación en los grandes núcleos de A Mariña. Todas las localidades de mayor tamaño de la zona, donde en todos los casos el PP fue la fuerza más votada, finalizaron con una participación menor a la media gallega, del 58,84 %, en algunos casos con desplomes de casi dos cifras.

puntos menor a la de 2016.