En el municipio de Avión, resort de veraneo de magnates como el gallego Olegario Vázquez Raña o Carlos Slim, resortvotaron ayer 806 personas. Casi el 86% de ellas optaron por la candidatura popular. Ourense es un feudo tradicional para el Partido Popular, pero no toda la provincia es Avión. Ni tampoco la que siempre aportaba a la formación los mejores resultados de Galicia. El PP perdió ayer en esta circunscripción un diputado con la pérdida de casi 11.200 apoyos, aunque a nivel porcentual mantuvo algo más del 53% de los sufragios. El reparto de escaños quedó del siguiente modo: 8 para los de Alberto Núñez Feijóo, tres para el Bloque Nacionalista Galego y otros tres para el PSdeG, con un avance de dos y un escaño, respectivamente. En los pasados comicios En Marea había obtenido dos representantes en la Cámara, con más de 30.600 votos: este domingo apenas superó los 3.300. La mayoría de sus electores no optaron por el proyecto de Galicia en Común; lo hicieron por el de Ana Pontón, que sumó un 13,95% más de sufragios, hasta rozar el 20% del total y acariciar las 31.000 papeletas. En el caso de los socialistas la mejora de sus resultados fue de algo más de dos puntos, aunque no le sirvió tampoco para evitar caer al tercer puesto en las preferencias de los electores. En los comicios de 2016 ocupó el segundo lugar. Las demás candidaturas fueron residuales: la de Gómez-Reino apenas superó en 200 sufragios a Vox, que terminó por encima del 2%, y Ciudadanos perdió tres de cada cuatro electores.

El diputado que se dejó el PP en Ourense lo recuperó por contra en A Coruña, donde logró superar el 49% pese a contar cerca de 16.000 papeletas menos. La provincia estará representada en el Parlamento gallego por 14 escaños populares, siete del BNG y cuatro del PSdeG. Ni rastro de los cinco que había logrado amarrar En Marea hace cuatro años; ni rastro de la influencia de las llamadas ciudades del cambio (A Coruña, Ferrol y Santiago). La candidatura rupturista apenas fue capaz de retener dos de cada diez votos de 2016 que, de nuevo, se fueron mayoritariamente a los brazos de los nacionalistas. El Bloque mejoró en la provincia coruñesa sus registros autonómicos, hasta superar el 24,8%; en las anteriores elecciones no había llegado al 9%. Redundó su avance en 81.413 sufragios más que entonces, con 43.300 más que el Partido Socialista. Los de Gonzalo Caballero tuvieron muy lejos la segunda posición: se dejaron 10.649 apoyos en comparación con la anterior cita electoral. No hubo más contendientes, ni a la izquierda (Pancho Casal se vio superado holgadamente por el Pacma) ni a la derecha. Vox cuadruplicó en votos a Ciudadanos, que perdió más de 16.500.