El PP puede lograr en Ourense su mejor resultado el 25-S, al ser la única provincia donde no sufriría desgaste, y repetiría con 8 escaños. Además sería la circunscripción donde los populares, bajo el mando de José Manuel Baltar, cosecharía más votos: el 48,5% de las papeletas, y con un retroceso de solo 0,7 puntos. No parecen tener efecto los continuos ataques de la oposición a Baltar por la causa judicial de haber ofrecido supuestamente un puesto de trabajo a cambio de favores sexuales.
PSdeG y En Marea empatarían en escaños, al perder los socialistas un acta, y al triplicar los segundos el resultado de AGE en 2012. Los socialistas, cuyas tensiones internas afloraron con los cambios impuestos por Leiceaga y Ferraz en la lista, se mantendrían como los segundos más votados, con un 18%, pero casi 6 puntos menos que hace 4 años. En cambio, En Marea pasaría del 7,8% de los apoyos de 2012 al 17%, el próximo domingo.
En Marea crecería a costa de PSdeG pero también de BNG, que se quedaría con el único escaño que ahora tiene por la provincia. El Bloque ya en las elecciones municipales desapareció de la corporación municipal de la ciudad de las Burgas.
En Ourense y Lugo, al multipartidismo le cuesta hacerse un hueco. Así Ciudadanos no conseguiría acta por ninguna de las dos provincias del interior y el PSdeG en las dos provincias repetería como la segunda fuerza más votada, aunque En Marea le igualaría en escaños. Nueve de cada diez electores que hace cuatro años votaron a Feijóo volverán a repetir siglas. En cambio, el 16% de los votantes del PSdeG se pasarán a En Marea y el 15% optarían por el PP. El BNG, que se quedará con el 4% de los apoyos de 2012, sufrirá la fuga del 80% de sus electores.
