Las urnas dieron otro toque de advertencia a la coalición de la canciller alemana, Angela Merkel, en especial a sus aliados socialdemócratas, e impulsaron a los Verdes a la posición de segunda fuerza en el país. El bloque conservador, integrado por la Unión Cristianodemócrata de Merkel y la Unión Socialcristiana de Baviera, se mantuvo como fuerza más votada en las europeas, con un 29,3 % de los votos. Los Verdes fueron los grandes triunfadores de la cita electoral, ya que escalaron hasta el 20,7 %.