En la provincia pontevedresa el bipartidismo siguió una tendencia similar, pero a la inversa. Los socialistas ganaron once puntos y un escaño hasta colocarse primeros, con tres asientos. El PPdeG, en cambio, vió como su bagaje electoral de 2016 se consumía trece puntos, que le hacían colocarse con dos diputados, uno menos que antaño. Por abajo, el rupturismo logró amarrar un escaño de los dos que tenía en las últimas generales, mientras que Ciudadanos entró con uno.

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