La carrera electoral del Partido Popular no solo se juega por la derecha. Este viernes, el presidente de la Xunta y el líder de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo, se ha dirigido a los "socialistas de corazón", aquellos que en tiempos votaron fielmente a Felipe González o Alfonso Guerra, para que den la espalda al PSOE del "populismo" y se unan el 28 de abril al proyecto de Pablo Casado.

En un almuerzo-mitin de cierre de campaña en Vigo, y antes de viajar a Madrid para arropar al candidato popular, Feijóo hizo mención a la unidad de España como "uno de los principios básicos" de la izquierda y apeló a todos aquellos votantes a los que el PSOE dejó "húerfanos" y que desdeñan el "egoncentrismo" y la política de alianzas de Sánchez. "A esos socialistas tenemos que pedir el voto", apuntó.

El líder del PPdeG dijo comprender las dudas que a tres días de las elecciones invaden a muchos votantes y tuvo palabras concretamente para los de la derecha, que en estos momentos titubean entre el PP, Ciudadanos o Vox. Sobre estas dos últimas formaciones, pronosticó que no obtendrán escaño y que sus papeletas acabarían favoreciendo a los intereses del actual presidente del Gobierno. "Todos esos votos se pondrán al servicio del PSOE", recalcó.

"Nunca perdonaré a Cs y a Vox que intenten que el Partido Socialista tenga mayoría en el Senado y que intenten dividir el voto en el centro y la derecha para que puedan ganar el socialismo, independentismo y el nacionalismo", agregó, en una nueva apelación al voto útil en la que incluso empleó un símil con el juego de parchís. En contraposición, el presidente gallego dijo querer el voto para el PP no para lograr "una España reaccionaria", sino para conseguir una "España más unida" o un país "donde las lenguas se puedan utilizar libremente".

Feijóo, también en referencia al partido de Abascal, cargó contra los "patriotas" que dicen "barbaridades" como el fin de las Comunidades Autónomas pero que no explican "honestamente" que la fragmentación de la derecha beneficiará a los socialistas. Por ejemplo, bloqueando una mayoría en la Cámara Alta, donde se decidiría un hipotética nueva aplicación del artículo 155.

El mandatario autonómico, que arrancó su intervención recordando los ataques pasados de Abel Caballero y Carmela Silva contra Sánchez, tomó la palabra después de Ana Pastor. La ex presidenta del Congreso y cabeza de lista por Pontevedra se lanzó contra el "SOE del corazoncito" que ha planteado una "Operación disimulo" para esconder las carencias de Sánchez, a quien llegó a tildar de "flojo".

Por último, Pastor ha rechazado los pronósticos que apuntan a una caída de apoyos al PP: "Las encuestas nos dicen que vamos bien", sentenció, ya con las urnas en el horizonte de tres días.