A pocos días para que empiecen los debates electorales que pueden marcar su campaña, el presidente Pedro Sánchez prepara un "perfil zen" con el que encajar los golpes de sus adversarios, en los dos combates de tres contra uno en los que ha aceptado participar.

Dos debates -el de RTVE el día 22 y el de Atresmedia, el 23- con los que corre un riesgo mayor del que le hubiera gustado en su campaña de 'riesgo cero' y que a Sánchez siguen pareciéndole "absurdo" celebrar, con tan pocas horas de diferencia y el mismo formato.

En su entorno aseguran que el ruido que se ha generado en torno a los debates y las acusaciones de 'manipulación' de RTVE no dañará sus intereses electorales, porque este asunto no cala entre los ciudadanos y menos en plena Semana Santa.

Gracias a la rápida resolución del conflicto, este "no ha hecho mella" en la campaña de Sánchez, subrayan fuentes socialistas.

Aseguran también que la exclusión de Vox de los debates, decidida por la Junta Electoral Central (JEC), a quien perjudica es al PP, por mucho que Sánchez quisiera que Santiago Abascal estuviera también presente para reforzar su mensaje contra la "derecha de tres siglas de la plaza de Colón".

Según su argumento, la ausencia de Vox impedirá al PP medir con ellos sus propuestas, lo que unido a la victimización que puede hacer Abascal de su exclusión favorece a éste en detrimento de Casado.

En el PSOE no todos entienden la decisión de Sánchez de aceptar los dos debates, por el gran riesgo que creen que supone para él, pero opinan que ha sido "muy valiente" al adoptarla.

Según las fuentes, el presidente está convencido de que, si tres de los cuatro candidatos estaban a favor de hacerlo, era él el que debía ceder.

La opción de que fuera la Academia de Televisión la que organizara el debate no era viable porque "no tenía recursos para prepararlo", mientras que la de asistir al debate en RTVE el día 22 y enviar a Carmen Calvo, Irene Montero o Meritxell Batet al de Atresmedia al día siguiente fue desechada.

Algunas fuentes señalan que él mismo tomó el jueves por la noche la decisión de ir a los dos debates y que este sábado por la tarde, después del mitin que tiene por la mañana en Alicante, empezará a plantearse cómo enfocar su estrategia.

Esta no variará mucho respecto a la que tenía prevista para el debate a cinco, porque en lo esencial será igual, es decir, que tanto Casado, como Rivera como Iglesias, se ofrecerán para lo mismo: "echar a Sánchez".

Frente a eso, el presidente responderá con su "perfil zen" y su talante "cabal", "moderado" y "sensato".