Del suelo adoquinado de aquella primera y rudimentaria nave en Montero Ríos a la industria 4.0 de Balaídos han transcurrido 60 años. En este tiempo, Vigo se ha batido el cobre para conseguir proyectos, acelerar procesos, ajustar costes y mejorar su competitividad. Y, por méritos propios, hoy es referente mundial. A cambio, la firma se ha ganado su sitio en miles de hogares (y garajes) de la ciudad.
