¿Cómo nos influye la relación que tuvieron nuestros padres en la búsqueda de pareja y reproducción de roles educativos, familiares, afectivos…? ¿Y cómo afectará a nuestros hijos e hijas la relación que tengamos nosotros, sus padres, en un futuro?

Seguro que en algún momento os habéis hecho estas preguntas. Y con razón. Los niños no son ajenos o inmunes a relación de pareja que tienen sus padres, de hecho, es bastante probable que en un futuro acaben reproduciendo las mismas estructuras y comportamientos que han visto en casa.

Hemos querido indagar más sobre este tema tan interesante y por eso hemos entrevistado a la psicóloga experta en dependencia emocional, autoestima y relaciones, Silvia Congost.

  • Silvia, no paramos de repetir que educa más lo que hacemos que lo que decimos…es decir, la importancia del ejemplo… En este sentido, ¿el modelo de pareja que seamos educará a nuestros hijos?

Sin ninguna duda. Aquello que ven en nuestro modelo de relación (nuestra forma de hablarnos, de tratarnos, de cuidarnos, de pensar en el otro, etc) es lo que ellos van a entender como “amor”. Para ellos, el amor, el día de mañana, será eso, y es muy probable que lo reproduzcan de forma automática con sus parejas, tanto si es un modelo positivo, funcional y adecuado, como si es completamente tóxico.  

  • Según tu experiencia, ¿cuántas personas reproducen el tipo de relación que han tenido sus padres?

La mayoría. A menos que seas suficientemente consciente como para detenerte y pensar en ello, para reflexionar y analizar qué es lo que has vivido, cómo te has sentido y si te gusta o no eso para ti… A menos que hagas este ejercicio de análisis y reflexión que te permitirá decidir si quieres lo mismo o no, lo más probable es que lo reproduzcas de forma totalmente automática. 

  • Sin embargo, cuánta gente dice no divorciarse por no perjudicar a sus hijos… Cuando es todo lo contrario…

Exacto. Si no somos felices o no estamos bien junto a la persona que tenemos al lado deberíamos separarnos, justamente por nuestros hijos. Para enseñarles que no pasa nada, que un divorcio no es el fin del mundo y que, por el contrario, es algo bueno porque nos permite seguir nuestra vida y apostar por la felicidad. No olvidemos que cuando pensamos en el divorcio es porque uno de los dos ya no quiere estar allí, ya no está bien allí y desea salir. 

  • Tú hablas mucho de relaciones tóxicas, de dependencia… ¿Por qué vivimos en muchas ocasiones el amor de una forma tan insana? ¿Nos han enseñado a querer mal?

Nos han enseñado que hay que aguantar, que el fin de una relación es un fracaso en nuestro historial amoroso y vital, y que sufrir en la relación de pareja es lo más normal del mundo. Todas estas ideas son totalmente ridículas y deberíamos empezar por cuestionarlas los propios padres.

Solo así empezaremos a dar un ejemplo sano a nuestros hijos, enseñándoles que no necesitan a una persona en concreto en su vida y que si las cosas cambian hay que abrazarlas, centrarnos en curar las heridas que esos cambios nos producen, y seguir adelante más fortalecidos con aquello que hemos aprendido.

"La educación de nuestros hijos y la relación de pareja que tenemos los padres no son dos entidades aisladas y que nada tienen que ver, sino todo lo contrario"

  • ¿Educamos diferente a niñas y niños en el amor?

Deberíamos preguntarnos si hombres y mujeres nos comportamos de formas distintas en el amor. Educamos con aquello que hacemos en nuestra relación. Cada niño observa a uno de los dos progenitores con más detenimiento (de forma inconsciente). Siempre hay uno que se parece más al padre en la forma de ser, sentir y actuar y uno que se parece más a la madre… Educamos a partir de cómo somos nosotros. 

  • ¿Qué mensaje quieres a las madres y padres con tu ponencia?

Que la educación de nuestros hijos y la relación de pareja que tenemos los padres no son dos entidades aisladas y que nada tienen que ver, sino todo lo contrario. Quiero mostrar con mucha claridad qué es lo que les mostramos cuando ni siquiera nos damos cuenta de ello, qué es lo que ellos aprenden sin ni siquiera darse cuenta y que es lo que de forma automática, les va a condicionar el día de mañana.

Solo si vemos esto, podremos empezar a hacerlo mejor y aportar nuestro granito de arena para que ellos tengan relaciones más felices y satisfactorias.