Una firma viguesa se ha convertido en líder en ventas a nivel nacional de programas informáticos de contabilidad y gestión para empresas. Se trata de la compañía AIG (Asesoría Informática Gallega), fundada en 1997 y que cuenta en España con más de 25.000 clientes. El secreto de su éxito comercial, según sus fundadores, Santiago Viso y Edelmiro González, radica en la buena relación calidad-precio. Entre sus principales distribuidores destaca El Corte Inglés, y en la actualidad prepara su salto a Gran Bretaña y Estados Unidos, para lo que está realizando estudios de mercado.

AIG prevé superar este año los 500.000 euros de facturación, y emplea a alrededor de 15 personas, la mayoría destinadas al servicio postventa. "Tenemos dos productos básicos, el ClassicGes, que se concreta en las áreas de gestión de las empresas, y el ClassicConta, para las de contabilidad", explica Viso.

Desarrollo

El desarrollo del software de ambos productos lo desarrollan personalmente Viso y el otro socio fundador, Edelmiro González, economistas vigueses y apasionados de la informática. "Nos parece lógico que si tú tienes una empresa que hace y vende software, los dueños participen en su desarrollo, aunque reconocemos que es lo atípico en este sector", apuntan.

Desde sus oficinas en la Calle Colón, AIG crea el software, empaqueta el producto (en formato CD), y lo distribuye a toda España, donde cuentan con más de 1.200 puntos de venta. "Vendemos más que nuestra competencia porque damos el producto completo en la versión de bajo precio [unos 60 euros]. Otros fabricantes segmentan sus programas en función del precio, es decir, que en las versiones más baratas no ofrecen el producto completo", aclara Viso, que añade que sus programas "funcionan en red local, por lo que con una sola licencia pueden trabajar varios ordenadores, y tenemos un servicio de teleasistencia".

Para la internacionalización de la empresa, Viso y González han recurrido a la contratación de Patrick Berry como director de márketing. A la pregunta sobre cómo pretende AIG introducir sus productos en el mercado anglosajón, Berry asegura que los programas se venderán por sí mismos: "El producto es cojonudo, sólo tenemos que decirlo".

En la actualidad, AIG ya trabaja en adaptar sus programas a las normativas norteamericana y británica, y en traducirlos al inglés. Las ventas en estos mercados se realizarán on-line y en tiendas especializadas. "Entendemos que el producto físico es imprescindible", concluye Viso.