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Uruguay rompe con Cardama y señala unos «indicios muy fuertes de estafa»

El presidente del país, Orsi, rescinde el contrato de 82 millones para dos patrulleras

La firma que rubricó las garantías ya no existe

El astillero descarta cualquier irregularidad

El estado de la primera OPV,  en Astilleros Cardama

El estado de la primera OPV, en Astilleros Cardama / Marta G. Brea

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

Vigo

«Desprolijo». Esa fue la palabra que más utilizó ya desde la oposición la hoy ministra de Defensa de Uruguay, Sandra Lazo, sobre el contrato firmado por el gobierno de entonces, dirigido por Luis Lacalle Pou, con Astilleros Cardama. Significa «descuidado» o «desordenado», y la utilizaba para referirse al proceso que culminó con el histórico pedido con el astillero vigués para la construcción de dos patrulleras oceánicas por unos 82 millones de euros.

Desde las elecciones que ganó Yamandú Orsi el pasado diciembre y desde que asumió el cargo, Lazo apostó por investigar los pasos dados en este procedimiento y, sobre todo, fiscalizarlo. Tanto, que llegó a enviar a dos representantes de la Armada a las instalaciones olívicas para comprobar el proceso constructivo de la primera unidad, ya en un 60% del casco. Ayer todo saltó por los aires. En la madrugada española, Orsi dio una rueda de prensa centrada exclusivamente en este contrato, anunciando el inicio de los trámites para rescindirlo al apreciar, dijo, irregularidades. De hecho, tanto él como sus secretarios de presidencia hablaron de «indicios muy fuertes de estafa».

Uruguay lleva años intentando dotarse de unidades navales para vigilar sus aguas. Buscaba unas OPV, siglas en inglés para patrulleras de vigilancia de altura (offshore patrol vessels), por lo que inició una licitación internacional en 2021. Pese a recibir el interés de gigantes como Damen o Kership, la declaró finalmente desierta, iniciándose un nuevo proceso en 2023. A él concurrió Cardama, entre otros astilleros, con un diseño de la vasca Cintranaval y (aquí estaba la clave) un precio más bajo y plazos más cortos que su competencia. Así, el ministerio uruguayo le adjudicó el pedido.

Según contó ayer en la concurrida rueda de prensa Alejandro Sánchez, secretario de la presidencia, la «polémica» contratación establecía 45 días para que Cardama presentase «una garantía de fiel cumplimiento de sus obligaciones», que equivalía al 5% del monto total. «Los 45 días se transformaron en 11 meses», explicó, un tiempo en el que dijo que el astillero vigués «inició siete procesos de validación de garantías y todos ellos fueron rechazados».

Cardama logró la garantía finalmente y así la presentó en Uruguay. «Nos costó, la verdad, porque se anunció en mayo de 2023, firmamos en diciembre y al final lo pusimos en vigor en diciembre de 2024 por burocracia», indicó Mario Cardama en una entrevista con FARO sobre el contrato. Según Sánchez, la empresa presentó los papeles de Eurocommerce Limited, con sede en Reino Unido, con una garantía que no cubría todo el contrato, sino solo un año, con la condición de una renovación 30 días antes de su vencimiento.

El contrato entró finalmente en vigor y Cardama fue cumpliendo unos hitos por los que hasta la fecha percibió unos 30 millones de dólares (25 millones de euros al cambio), con la forma del primer barco ya asomando en el astillero. «Ante la inminencia del vencimiento del plazo», dijo Sánchez sobre la garantía, Orsi ordenó al embajador uruguayo en Reino Unido (Luis Bermúdez) que acudiese a la empresa británica para notificar formalmente que depositara la garantía en una cuenta a nombre del estado uruguayo. «Cuando nuestro embajador fue a ese lugar, en ese domicilio no funciona la empresa, es más, no funcionó nunca», narró el secretario de presidencia. Uruguay contrató entonces a un despacho británico y «en solo 48 horas» emitió un informe preliminar con una serie de hallazgos, empezando porque la empresa «está en proceso de liquidación desde agosto de 2025» (en el registro británico figura que cambió de dirección a principios de agosto y entró en disolución a finales de ese mes) y que a lo largo de su actividad solo tuvo un administrador, ruso y que vive en Rusia. Así, Sánchez concluyó: «hay indicios fuertes de que esta empresa es una empresa de papel [pantalla] y estaríamos ante un fraude al estado uruguayo porque esta garantía no existiría».

«Hemos decidido hacer denuncia ante la justicia, en su fase civil y también penal, porque hay fuertes indicios de que estaríamos ante una estafa o un fraude al estado uruguayo», apuntó en su intervención el propio Orsi.

Reacción

La rueda de prensa fue una bomba en el país sudamericano y la onda expansiva llegó rápido a Vigo. Mario Cardama, director general, explicó ya a primera hora a este medio que prevé desplazarse a Uruguay para abordar este conflicto directamente. También que no hay ningún tipo de irregularidad por parte del astillero de casi 110 años de historia. «No hemos incumplido nada del contrato», indicó. Según defendió, en la rueda de prensa se dijeron «muchas cosas que son incompletas» y aseguró que Eurocommerce sigue existiendo —«hoy hablé con ellos»— y que Cardama cuenta con la renovación de la garantía desde agosto. «¿Han querido ejecutarla porque nos pasamos una fecha? No tiene sentido», resumió.

El director de la atarazana indicó que nunca antes habían trabajado con Eurocommerce, al que llegaron a través de «una agencia», y que fue el estado uruguayo el que lo validó. «Les pasamos tres modelos de garantía y escogieron este», apuntó.

Sobre la construcción, Mario Cardama también señaló que completará los bloques ahora en fabricación, pero que paralizará los pedidos hasta que se resuelva la situación. De hecho, cuenta con que todo se pueda solventar cuando se reúna con el Gobierno de Uruguay. «Está todo en regla», resumió.

Las frases de Orsi

  1. Denuncia

    «Hemos decidido hacer denuncia ante la justicia, en su fase civil y también penal»

  2. Indicios

    «Hay fuertes indicios de que estaríamos ante una estafa o un fraude al estado uruguayo»

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