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Plazos de entrega y falta de operarios frenan al naval en la firma de pedidos

Los principales astilleros ofrecen plazos de entrega incluso hasta 2029, lo que los convierte en «menos competitivos»

La actividad de Navantia en Ferrol resta profesionales al sur

La actividad de reparación naval continúa con elevados niveles de ocupación tanto en Vigo como en Marín, con proyectos como la renovación casi integral del pesquero argentino Annabela M (ex Amable Márquez Álvarez), que arrancó en Nodosa y continúa en el muelle de reparaciones de Bouzas, el Santa Princesa para Iberconsa o el Curbeiro, ya entregado para operar en Angola.

La actividad de reparación naval continúa con elevados niveles de ocupación tanto en Vigo como en Marín, con proyectos como la renovación casi integral del pesquero argentino Annabela M (ex Amable Márquez Álvarez), que arrancó en Nodosa y continúa en el muelle de reparaciones de Bouzas, el Santa Princesa para Iberconsa o el Curbeiro, ya entregado para operar en Angola. / L.G.

Lara Graña

Lara Graña

Vigo

MPC Container Ships (Noruega), New Shipping (Grecia), HS Schiffahrts, TT Line (ambas de Alemania), Sogestran (Francia), Exmar (Bélgica) o Zodiac Maritime (Mónaco) son algunas de las navieras europeas que, solo en las dos últimas semanas, han asignado multimillonarios encargos a astilleros de China y Corea del Sur. Contratos para la construcción de buques ro-pax (ferri para coches y pasajeros), portacontenedores o petroleros que alimentarán la ya subsidiada industria asiática con más de 1.500 millones de euros. En paralelo, el naval privado gallego ha experimentado un evidente parón en los últimos meses en cuanto a nueva contratación, como constatan fuentes directas del sector y el propio observatorio del Ministerio de Industria. Hay una elevadísima carga de trabajo, en efecto, pero hay que remontarse a meses atrás para encontrar un pedido nuevo.

Los dos frenos principales

Es una realidad que obedece a dos factores principales, de acuerdo a las mismas fuentes. «Los plazos de entrega que ofrecen ahora —expone este directivo, en referencia a Armón Vigo y Freire Shipyard— son finales de 2028 o, en algún caso, el año 2029. Eso los convierte en menos competitivos» de cara a nuevas licitaciones en curso. Y en segunda instancia está un problema estructural, el de la falta de personal especializado, que se agravará a futuro, como lamenta el gerente del clúster Aclunaga, Óscar Gómez. «La falta de mano de obra cualificada es una realidad, no un tópico, y repercute negativamente en las planificaciones de los astilleros», continúa el directivo consultado. «Cualificados y en todos los gremios», puntualiza.

Competencia por el talento con Ferrol

En este sentido, Gómez menciona una derivada extra: «Hay un impacto que viene de Ferrol. Muchas empresas tienen que decidir si mandar personal allí o cómo repartirlo», dado que Navantia carbura —estuvo años en el dique seco— y tiene carga de trabajo también para varios años vista. «Supone un riesgo asumir contratos si no puedes planificar bien por el hecho de que cuesta encontrar gente», prosigue el responsable del clúster naval gallego. Las empresas auxiliares tratan de paliar este déficit con la incorporación de personal del extranjero o «tirando de las listas de desempleo». No resulta suficiente. Porque la escasez en algunas profesiones es tan acusada y se necesita en tantas actividades que el naval tiene muchísima competencia a la hora de fichar soldadores, caldereros, carpinteros o electricistas.

Trabajos de reparación del «Pindo» en Nodosa.

Trabajos de reparación del «Pindo» en Nodosa. / FdV

Un problema global para el naval

Es un escenario generalizado en el naval europeo y el norteamericano, al que Donald Trump ha endosado la responsabilidad de tratar de competir con el mercado asiático con una estrategia MAGA —en alusión a su eslogan, Make America Great Again— bautizada como Make American Shipbuilding Great Again (hacer grande de nuevo la industria americana de construcción naval). Astilleros del país como Hanwha Philly Shipyard (Filadelfia), Bollinger Shipyards (Luisiana y Misisipi) o Eastern Shipbuilding Group (Florida) tienen planes de expansión en marcha, pero necesitan manos; el segundo de ellos tiene una cartera de vacantes en su página web oficial de 52 efectivos, desde soldadores, pintores, electricistas o jefes de proyecto.

Aunque le supera, con diferencia, la división de construcción naval militar de Grupo Lurssen, Naval Vessels Lürssen (NVL) —pasará a manos de Rheinmetall—, con más de 70 puestos sin cubrir para Wolgast, Hamburgo, Bremen, Wilhelmshaven o Lemwerder. Esta compañía tiene en cartera patrulleras costeras, fragatas, patrulleras oceánicas (OPV, offshore patrol vessel) o hasta gasolineras flotantes para uso militar. German Naval Yards, la propia Lürssen —se quedará ahora con el segmento de yates—, Fassmer, Meyer, Den Breejen, Kership, Fincantieri o Piriou son algunos de los grupos navales de referencia por toda Europa con decenas de vacantes en sus webs corporativas. La competencia de los astilleros gallegos es global y masiva... también para la contratación de operarios.

ALGUNOS DATOS DE INTERÉS

  1. Carga de pedidos

    A cierre del primer semestre la cartera de pedidos del naval gallego ascendía a 25 unidades y 134.593 CGT (arqueo bruto compensado), según los datos del Gobierno.

  2. Personal especializado

    Astilleros de toda Europa (Meyer, Fassmer, Fincantieri, Lürssen...) tienen activos procesos de contratación para decenas de operarios especializados.

  3. Plazos de entrega

    La elevada carga de trabajo y esa falta de plantilla especializada complica la planificación para las empresas.

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