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CTAG centra en el área de electrónica el ERE tras caer las ventas 8 millones

Es la mitad de los casi 900 trabajadores de O Porriño | Los ingresos son un 40% menos de lo esperado a estas alturas del año | En 2024 el centro ya había perdido rentabilidad

Uno de los departamentos de CTAG, durante una visita al centro el pasado año.

Uno de los departamentos de CTAG, durante una visita al centro el pasado año. / A. A.

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

Vigo

La pasada semana Stellantis anunció un megainversión en Estados Unidos, la mayor de su historia en el país. Fueron 13.000 millones de dólares (11.100 millones de euros al cambio actual) que incluían proyectos para la reapertura de plantas, asignación de modelos, creación de empleo... En definitiva, un abrupto cambio de planes para intentar reconquistar el que es su principal bastión en medio del proceso de electrificación. Aunque de un enorme calado, la decisión del fabricante no es una novedad en el sector. Y es que rara es la semana en la que alguno de las grandes compañías de la industria frena en seco algún proyecto, varía el destino de alguna fábrica o apuesta más por un tipo de coche o motorización. Una incertidumbre que arrastra a proveedores y a aquellos estrechamente vinculados con la automoción, como es el caso del CTAG. El Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG) anunció un ERE que afectará a hasta 150 trabajadores. Una medida que afectará principalmente a la división de electrónica tras registrar una caída de ventas que le lleva a perder 8 millones de euros en ingresos respecto a lo previsto este año.

La crisis del sector de la automoción ha atropellado a la que es la joya de la corona de la innovación en el sector, envidia del resto del país y referencia de Europa. Un centro acostumbrado a crecer a lo largo de su historia, que ni siquiera tuvo que recurrir a expedientes de regulación de empleo (sean o no temporales) durante el COVID y que ahora se ha visto entre la espada y la pared. «Es la primera vez que pasa esto», decía ayer un trabajador.

Con esta situación, el centro presentó al comité el ERE, acompañado de un ERTE de 110 días para el resto de la plantilla. Un proceso que CTAG afronta, según dijo al día siguiente, «centrado en el diálogo social con la representación de las personas trabajadoras desde la búsqueda de soluciones».

Cifras

Según pudo saber este medio, la fundación cerró el año pasado con 1,2 millones de euros de beneficios, si bien la cifra supuso una caída de más del 60% respecto a lo alcanzado en 2023. Un mal dato pese a firmar unas ventas similares, que estuvo agravado por un indicativo que ya daba una señal de alarma para el futuro: el ebitda, que mide la rentabilidad operativa, había caído a la mitad, hasta 2,5 millones.

Y si 2024 había sido complicado, la proyección para 2025 era peor, con caídas previstas tanto de ingresos por prestación de servicios y por actividad propia, lo que conllevaría pérdidas. Quizá por este motivo se dieron la serie de despidos que alcanzaron a 23 personas durante el verano. Sin embargo, con el cierre del tercer trimestre del año, el CTAG confirmó que la desviación de lo presupuestado iba camino de ser peor de lo esperado y apostó por presentar este ERE y el ERTE para «asegurar la sostenibilidad y continuidad del centro a largo plazo», como apuntó en el comunicado del pasado viernes.

Trabajadores

CTAG cuenta con un total de «1.034 profesionales con un alto conocimiento científico-tecnológico» repartidos entre el área de Vigo y los centros de trabajo de Barcelona, Madrid, Valladolid, Zaragoza o León. En O Porriño son 893 trabajadores, la gran mayoría investigadores que se reparten entre las divisiones de electrónica, desarrollo de productor y materiales, fabricación y transformación digital, validación y ensayos o innovación tecnológica. En el caso de la primera, la dirección ha identificado un problema a nivel de ventas de exceso de personal: electrónica cuenta con unos 430 investigadores y en el tercer trimestre la cifra de negocios es de esos 8 millones menos respecto a lo esperado, una caída de aproximadamente el 40% debido a las caídas de ventas de los diferentes clientes. Una realidad que habría lastrado también los resultados del conjunto del centro, según pudo saber FARO.

Ayer tuvo lugar una reunión extraordinaria del comité de empresa en la que, entre otras cosas, acordó la designación de la comisión negociadora de los trabajadores, que estará formada por siete miembros.

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