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El tarifazo de la UE al acero golpeará a la industria gallega con 150 millones

Aclunaga critica el futuro arancel del 50%: «Una injusticia»

Asime admite que «el primer impacto va a ser negativo» pero llama a «pensar a medio plazo» para proteger al productor

Un profesional del metal realiza trabajos de soldadura en una empresa gallega

Un profesional del metal realiza trabajos de soldadura en una empresa gallega / Gonzalo Núñez

Vigo

«Salvar las plantas acereras y los empleos». Ese es el fin que justifica que la Unión Europea vaya a incrementar hasta el 50% el arancel que deberá pagar el acero importado de países extracomunitarios, una medida que avanzó este martes el vicepresidente de Prosperidad y Estrategia Industrial del Ejecutivo comunitario, Stéphane Séjourné, y que, además de implicar una subida que duplicará al gravamen actual —del 25%—, reducirá a la mitad las importaciones libres de aranceles permitidas por los Veintisiete, con el objetivo de luchar contra el exceso de capacidad de producción global en el sector. Se trata en todo caso de un tarifazo que se hará notar en Galicia, conllevando un sobrecoste de unos 150 millones de euros si se toman como referencia las compras gallegas de fundiciones y manufacturas de este material —que figura en la misma partida que el hierro— procedentes de terceros países a lo largo del pasado año —en el que las transacciones superaron los 300 millones—. Antes, eso sí, deberá ser aprobado por la Eurocámara y los Estados miembros —asumido, si no hay sorpresas—, sustituyendo así a partir de junio de 2026 a la vigente salvaguarda comercial para esta aleación.

«Horroroso. Es una injusticia», subrayó ayer en declaraciones a FARO el gerente de la Asociación Clúster del Naval Gallego (Aclunaga), Óscar Gómez, tras oficializarse el anuncio de Bruselas. Conforme han reiterado repetidas veces desde la patronal, «Europa tiene que gravar el producto final», no la materia prima que los astilleros y las empresas auxiliares emplean en la construcción de barcos, cerca del 40% adquirida a productores no europeos. A sus ojos, el arancel obedece a «la presión de los grandes lobbies del acero». Y advierte que repercutirá en la rentabilidad de las compañías del sector, ya que no pueden subir los precios para no perder en competitividad frente a sus rivales low cost: «Están entrando productos terminados desde cualquier país sin ningún tipo de imposición mientras nosotros pagamos la seguridad, la calidad y un salario que nada tiene que ver con los que ofertan estos países».

«Europa tiene que gravar el producto final y solo apunta a la materia prima»

Óscar Gómez

— Aclunaga

«Estamos perdiendo de forma acelerada la siderurgia europea. Es preocupante»

Enrique Mallón

— Asime

Se refiere en gran medida al continente asiático, que está ganando cada vez más cuota del acero y el hierro que importa Galicia —por valor de 1.280 millones en 2024, cifra similar a la de 2023, pero con un retroceso de las compras a países de la Unión Europea (-7,5%, 944 millones ) en favor del alza de las operaciones con Asia (+18,7%, 337 millones)—. Si quitamos a Reino Unido del listado de importadores extracomunitarios, en el top dos —con 55 millones—, los tres grandes suministradores foráneos fueron Corea del Sur (123 millones, +65%), China (54 millones, +48%) y Malasia (41 millones, +79%). La situación contrasta con el descenso del 7% que registró Portugal, el principal proveedor de la comunidad en lo que concierne a estos materiales (459 millones). Y también con las disminuciones de Francia (-2,4%, 217 millones), Alemania (-20%, 93 millones) e Italia (-4%, 61 millones), los otros tres países europeos que más fundiciones venden a firmas gallegas.

Los más afectados

«El primer impacto en las empresas de fabricación —naval, automoción, aeronáutica— va a ser negativo», admite el secretario general de la Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas a Galicia (Asime), Enrique Mallón, asegurando que la medida «sí supondrá un mayor coste de forma inmediata». No obstante, llama a «pensar a medio plazo» para proteger a los productores locales, recordando que la industria siderúrgica genera más de 11.000 empleos directos en la autonomía.

«Estamos perdiendo de forma acelerada la siderurgia europea. Es preocupante», apunta el responsable, que reitera que «no se está defendiendo de la manera adecuada a la industria» y que «la Unión Europea tiene que fomentar material metalúrgico y siderúrgico propio apoyando inversiones que se realicen en suelo europeo para proveernos de materias primas extraídas por nosotros mismos». «Es lógico que Bruselas esté dando pasos en esta línea —matiza—. El sector se va a resentir mucho si no se apoya. Es un tema grave».

La automoción europea carga contra la medida: «Necesitamos importar»

«A pesar de nuestra fuerte dependencia del acero europeo, seguimos necesitando importar ciertas cantidades y calidades. Los contingentes para uso automotriz se han agotado rápidamente cada año desde que existe la salvaguarda», advirtió ayer por su parte la Asociación Europea de Constructores de Automóviles (ACEA), especialmente inquieta con el anuncio del futuro tarifazo del 50%. La agrupación —a la que pertenece Stellantis, con planta en Vigo— urgió al Gobierno de Ursula von der Leyen a «analizar de manera específica las necesidades de sectores estratégicos como el automotriz». «No cuestionamos la necesidad de cierto nivel de protección para una industria de materias primas como el acero, pero los parámetros propuestos van demasiado lejos al restringir el mercado europeo», señaló.

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