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El fondo que financió la adquisición de Hiperxel sufre otra quiebra en España

La liquidación de la catalana Termopolímeros le deja un roto de casi 3 millones, a sumar a los 10 de la empresa gallega

Liquida la sociedad con la que trató de rescatar las tiendas

Exterior de la fábrica de Termopolímeros, en Figaró-Montmany.

Exterior de la fábrica de Termopolímeros, en Figaró-Montmany. / FDV

Lara Graña

Lara Graña

Vigo

Vinova Group fue un trampantojo mercantil ideado para «crear una gran simulación de operaciones de comercio con la exclusiva finalidad de ofrecer una falsa imagen de solvencia económica y obtener financiación de las entidades de crédito», en palabras del fiscal Jesús Calles. El mismo que, como había desvelado la investigación de FARO, ha situado como cabecillas del entramado a la dupla conformada por Eusebio Novas y Juan José Villamizar. Con todo, aún siendo un bluf, Vinova logró convencer a un fondo de capital riesgo luxemburgués para que le prestara 9 millones de euros: querían comprar Hiperxel, una cadena de tiendas que pertenecía entonces a Iberconsa, y unirla a los puntos de venta de productos congelados que ya tenían bajo el rótulo de Cíes. La historia terminó mal y aquel fondo no solo perdió su inversión, sino también el capital que inyectó en la compañía para tratar de salvarla tras la expulsión de Vinova. Lejos de haber logrado digerir este tropezón, el fondo, de nombre Resilience Partners, ha vuelto a caer. De nuevo, en España.

En el año 2020 este fondo —tiene el control sobre otro, de nombre Certior Creditor Opportunities— hizo un préstamo de 7 millones de euros a la compañía PFP Termopolímeros, ubicada en la provincia de Barcelona y especializada en el diseño, fabricación y comercialización de envases y dispositivos plásticos principalmente para el sector farmacéutico, cosmético y sanitario. La empresa conseguía así una alternativa a la banca tradicional para financiar su crecimiento. Resilience volvería a respaldar a Termopolímeros tres años después en una operación que iba a permitir financiar la construcción de una nueva planta productiva en Figaró-Montmany. «Con esta segunda financiación somos capaces de crecer junto con nuestras compañías en cartera», decía entonces el socio de Resilience Agustín Pla, el mismo que había participado en la de Hiperxel.

PFP Termopolímeros pidió concurso a principios de año y optó por la liquidación la pasada primavera. FARO ha accedido a las cuentas anuales del fondo Resilience, que realizó los préstamos a esta sociedad a través de Resilience Partners DebtCo. 1 SARL, la misma que prestó 9 millones de euros a Vinova. «Durante el cuatro trimestre de 2024 —expone la documentación, depositada en el Registro Mercantil de Luxemburgo— afloró una discrepancia por los auditores respecto a los valores de deuda». Una diferencia mayúscula, porque la deuda era 18,5 millones más elevada que la recogida en sus estados contables y equivalente a 4,6 veces ebitda. Resilience, que cuenta con el asesoramiento de Cuatrecasas en este procedimiento, ha presentado una demanda penal contra la dirección de Termopolímeros. La nueva planta de esta empresa ha salido a liquidación y ha recibido ofertas a partir de 2,65 millones de euros, con un valor de tasación superior a los 8,7 millones. Resilience Partners confía en recuperar parte de su dinero con la enajenación de activos, pero por lo pronto ha dado por perdidos cerca de 3 millones de euros, como figura en sus estados contables.

Aunque Villamizar aseguró por escrito haber devuelto a este fondo 2,5 millones de euros, y que por eso retiró este importe de las cajas registradoras de Hiperxel —práctica denominada como cash pooling—, lo cierto es que Resilience y Certior deterioraron al completo los cerca de 10 millones de euros que pusieron en la desaparecida cadena gallega de congelados. Es más, del análisis de estas cuentas depositadas en Luxemburgo (de 2021, 2022 y 2023) no consta acreditado que los fondos hubiesen ingresado esos casi 2,5 millones de euros a los que alude Villamizar, puesto que el importe del préstamo vivo no se redujo ni remotamente a ese nivel.

La sociedad con la que Resilience trató de reactivarla, Free Admission SL, también ha sido liquidada. El préstamo a Vinova para la compra de Hiperxel se formalizó pese a la cadena de tiendas que tenía rotuladas como Cíes no estaba auditada y que el 80% de sus operaciones estaban concentradas en siete mercantiles.

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