BBVA se inclina por seguir con la opa si la apoyan los grandes accionistas

No ha decidido aún sobre la operación y medita desistir si no tiene el respaldo de los principales inversores de ambas entidades

pablo allendesalazar

El BBVA se inclina por seguir adelante con su oferta de compra (opa) sobre el Sabadell, pero todavía no ha tomado una decisión al respecto porque está tanteando a los grandes inversores de ambos bancos para ver si cuenta con su apoyo, según adelantó ayer Bloomberg y pudo confirmar este diario. La opción de desistir, por lo tanto, sigue sobre la mesa, como también la de llevar ante la justicia la decisión del Gobierno de que, en caso de que la opa triunfe, las dos entidades no pudieran fusionarse hasta dentro de al menos tres años, ampliables a otros dos. La entidad, cuyo consejo de administración se reunió el miércoles para analizar las distintas opciones, ha declinó hacer comentarios.

«Estamos en el análisis y la evaluación de las distintas alternativas», aseguró el mismo miércoles el responsable del negocio del BBVA en España, Peio Belausteguigoitia, durante su intervención en un curso organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE). El banquero recordó que los administradores y los gestores de la entidad tienen el «deber de estudiar todas las alternativas y posibilidades dentro de su análisis» porque tienen el «deber fiduciario» de proteger los intereses de sus accionistas. Todas las opciones, apuntó, están sobre la mesa: mantener la oferta, retirarla y llevar la decisión del Ejecutivo a la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Supremo.

Liderar desde España

El ejecutivo, con todo, defendió que la operación sigue teniendo sentido, con un argumento similar al que sostenía el banco antes de la decisión del Gobierno: «El racional de la operación es impecable. Es un racional de crecimiento. La operación es buena para España, Cataluña y los clientes». En la misma línea, sostuvo que «es importante pensar que este tipo de operaciones van a ocurrir en los próximos años en el sector financiero y otros sectores, y es importante liderar desde España estas operaciones que son importantes para Europa». De ello pareció deducirse que el BBVA se inclina por seguir adelante. La clave es que solo lo hará si convence a los principales fondos accionistas de ambos bancos.

La decisión final está condicionada a los números que ha hecho el banco para evaluar si la transacción sigue teniendo sentido económico y a las posibilidades que compruebe que tenga de convencer de ello a los grandes accionistas institucionales de las dos entidades. La condición del Gobierno limita las sinergias que podrá obtener la entidad. Calculó 850 millones de euros de ahorro de costes para justificar la operación: 450 millones por gastos de administración y tecnología, 100 por el menor coste de la financiación mayorista en los mercado y 300 millones por la reducción de empleo y sucursales.

Cierre de 300 oficinas

Entre sus planes estaba cerrar 300 oficinas y realizar un ajuste de plantilla (ere). Sin embargo, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, aseguró que los dos bancos no podrían hacer este tipo de recortes ligados a la integración, si bien no negó que puedan realizar ajustes justificados por otros motivos. El BBVA estima que aún podría conseguir la mayoría de las sinergias (sobre todo las ligadas a la tecnología y los gastos administrativos), aunque más lentamente. Pero está por despejar que convenza a los grandes inversores de ello.

El banco presidido por Carlos Torres siempre ha defendido que podría hacer la opa y demorar la petición de fusión (fiscalmente le podría interesar, incluso, por el impuesto a la banca). También viene asegurando desde hace meses que, incluso en ese caso, podría obtener la mayoría de las sinergias. Además, el Gobierno encargó la vigilancia del cumplimiento de su condición a la Secretaría de Estado de Economía, para la que no está prevista más intervención reglada que la petición de dos informes de seguimiento a los dos bancos entre seis y dos meses antes de que acabe el plazo inicial de tres años.

Hasta ahora, el banco operaba en Alemania exclusivamente a través de su banca de inversión para grandes empresas e instituciones. El lanzamiento en Alemania trata de replicar el despliegue en Italia, donde BBVA cuenta ya con 700.000 clientes exclusivamente digitales. «Confiamos en el modelo que estamos trayendo a Alemania porque ya hemos comprobado que tiene éxito. Creemos que los clientes alemanes están listos para una alternativa fresca, móvil desde su concepción, transparente y respaldada por la solidez y la reputación de un banco global como BBVA», afirmó el consejero delegado del grupo, Onur Genç. La oferta inicial de BBVA en su despliegue en Alemania parte de una cuenta corriente que ofrece una rentabilidad del 3% los primeros 12 meses.

Lanza un banco 100% digital en Alemania

BBVA lanzó ayer su banca digital en Alemania, con una oferta que abarca cuentas bancarias con IBAN alemán y remunerando los depósitos de sus clientes con un 3% de interés.

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