Urovesa entregará más de 600 vehículos en 2025 y ultima el primer modelo propulsado por hidrógeno

La compañía prevé superar los 150 millones en ingresos, un 20% más

El presidente y CEO de Urovesa, Justo Sierra, ayer en el Instituto Ferial de Vigo (Ifevi).

El presidente y CEO de Urovesa, Justo Sierra, ayer en el Instituto Ferial de Vigo (Ifevi). / FdV

Vigo

Las mayor inversión en defensa que están acogiendo las principales economías del planeta se siente ya en las empresas gallegas que han conseguido erigirse como referentes del campo tecnológico-militar. Uno de los mejores ejemplos en este sentido es la compostelana Urovesa, especializada en la fabricación de vehículos especiales que ya son empleados en los ejércitos de más de 30 países. La firma que comanda Justo Sierra, como CEO y presidente, espera entregar entre 625 y 650 unidades este año, en el que prevé incrementar su facturación más de un 20% hasta superar los 150 millones.

Esta gran subida responde a la concentración de contratos suscritos estos últimos ejercicios, que ahora se encuentran en fase de ejecución o pendientes de conclusión. Un auge de producción que llega al mismo tiempo que la compañía aborda nuevos diseños y proyectos clave en el terreno de la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i), sobre todo enfocados en su conocido Vamtac.

Sobre su todoterreno 4x4 —similar al Humvee estadounidense, pero con adaptaciones y mejoras tecnológicas—, Urovesa está trabajando en estos momentos en un modelo que «dará un salto en capacidad de carga y protección», explica Sierra, y que previsiblemente se presentará en 2026. A ello se suma el primer prototipo que funcionará gracias a una pila de hidrógeno, que actualmente está ultimando y será pionero: «El primero de estas características».

«Es un proyecto experimental financiado por el Ministerio de Defensa, y este año probablemente ya tendremos la primera unidad funcional», avanza el presidente y CEO de la compañía, que asiste una vez más a la feria Mindtech, vergel de nuevas oportunidades de negocio. Se trata de un Vamtac que no se comercializará por ahora, dado que su sistema de propulsión aún es muy incipiente y depende del desarrollo de infraestructuras de recarga y distribución, entre otras cosas, pero la firma quiere estar preparada para un futuro en el que esta fuente energética sea viable.

«Queremos tener una primera aproximación. Vamos de la mano del Centro Nacional del Hidrógeno y el prototipo servirá para ganar conocimiento y posicionarnos», indica en este contexto Sierra.

«Un salto tecnológico»

Más allá del sector de la defensa, Urovesa continúa ampliando su presencia en aplicaciones civiles, con avances en la electrificación de sus vehículos destinados a la limpieza urbana y el transporte de desechos. Gran parte de la recogida de residuos del centro de Barcelona y Madrid se hace ya con modelos fabricados por la empresa, que empezó a apostar por este segmento en 2016 y ahora ve cómo da sus frutos.

Pese al bum de carga de trabajo, la compañía no ha necesitado readaptar sus instalaciones, diseñadas ya desde el principio para asumir producciones flexibles y especializadas. Urovesa cuenta con 350 empleados ya y prevé ampliar su plantilla en 2026 si se mantiene el ritmo de crecimiento.

El aumento de los presupuestos estatales en defensa promovido desde la OTAN —hasta el 2% del PIB— será clave para consolidar nuevos programas. «Ese incremento debe servir para dar un salto tecnológico e industrial. No solo para empresas como la nuestra, sino para toda la cadena de valor del sector», evidencia Sierra.

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