La crisis de tierras raras con China tensa el suministro al motor gallego

El clúster Ceaga prevé «tensiones en la gestión de las cadenas de suministro», como ya sucedió con los semiconductores

El gigante asiático inicia conversaciones con Bruselas

Un trabajador delante de un camion en una mina en China.

Un trabajador delante de un camion en una mina en China. / Efe

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

Vigo

El sector de la automoción vela armas de nuevo. Como ya sucedió con la crisis de los chips, que paralizó en varias ocasiones Stellantis Vigo por los problemas que sufrían los proveedores, la industria ve con temor las restricciones que está imponiendo China a la exportación de las tierras raras e imanes, críticos para la industria y cuya producción mundial está en manos —en un 70%— del gigante asiático. La asociación europea de proveedores, Clepa, fue la primera en dar la voz de alarma y en pedir ayuda a la Comisión Europea por las «importantes disrupciones» que sufrían algunas firmas. Ahora hacen lo propio los proveedores gallegos. «La escasez de tierra raras amenaza con provocar tensiones en la gestión de las cadenas de suministro globales, como ya ocurrió con la crisis de los semiconductores. Galicia no es ajena a estas tensiones», apuntan desde Ceaga.

Las tierras raras es el nombre dado a un total de 17 elementos químicos, claves por su excelente conductividad eléctrica y para los que hay yacimientos repartidos por todo el mundo, muchos de ellos sin explotar. Un caso cercano se encuentra en el Monte Galiñeiro, tesoro natural situado entre Vigo y Gondomar que alberga «uno de los depósitos más interesantes del sur de Europa», como apuntaron en su momento desde el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG). Son considerados estratégicos para Bruselas.

Según Clepa, las restricciones surgidas a causa de la guerra arancelaria iniciada desde EE UU «han provocado el cierre de varias líneas de producción y plantas en toda Europa», una situación que prevén que se agrave en las próximas semanas «a medida que se agoten los inventarios» existentes. «Desde principios de abril, se han presentado cientos de solicitudes de licencias de exportación a las autoridades chinas, pero solo aproximadamente una cuarta parte parece haber sido aprobada», lamentan.

«Con una cadena de suministro global profundamente entrelazada, las restricciones a la exportación impuestas por China ya están paralizando la producción en el sector proveedor europeo», señaló el secretario general de Clepa, Benjamin Krieger.

Galicia

En declaraciones a FARO, fuentes del Clúster de Automoción y Movilidad de Galicia (Ceaga) explican que le consta esa afectación en las plantas europeas. «Son vitales para la industria del automóvil», señalan sobre las tierras raras, ya que además de estar presentes en los motores, tanto de combustión como eléctricos, también son determinantes para «sistemas de frenado regenerativo, sensores, baterías, pantallas y otros componentes».

Esta situación de alerta por los posibles paros que se vive en Galicia también se da al otro lado de la raia. La Associação de Fabricantes para a Indústria Automóvel (AFIA) de Portugal, donde se ubican proveedores clave para Stellantis Vigo. «Si esta situación continúa, pronto nos paralizaremos, ya sea por falta de materiales o por la cancelación de pedidos de clientes», explicó su presidente, José Couto, que avisó de «efectos perniciosos para la industria nacional de componentes» en el medio luso Razão Automóvel.

Las últimas noticias sobre esta situación es que China estudia modificar la relación con la Unión Europea sobre esta materia, replanteándose volver a liberar el flujo de suministro. «Acogemos con satisfacción el anuncio de China. Éste es un tema de importancia estratégica para la UE debido a la alarmante situación a la que se enfrenta nuestra industria», indicó esta semana el portavoz comunitario Olof Gill.

En lo que refiere al foco originario del conflicto, el presidente de EE UU, Donald Trump, aseguró que el acuerdo con China «está cerrado» a falta de la aprobación final de los jefes de Estado de ambos países. «China suministrará por adelantado los imanes y las tierras raras necesarias», comentó Trump en redes sociales.

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Comercio chino, He Yadong, subrayó ayer que los dos países «mantendrán la comunicación y el diálogo» para «reducir malentendidos» y «promover un desarrollo estable y duradero».

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