Guerra arancelaria

La siderurgia ya sufre cancelaciones de pedidos por los aranceles de Trump: "El impacto económico es enorme"

La patronal española del sector teme que las tasas del 50%, que entraron ayer en vigor, inunden el mercado europeo de importaciones de acero no sostenible

Trump impone aranceles al acero, así afecta a la siderurgia asturiana

Trump impone aranceles al acero, así afecta a la siderurgia asturiana / LNE

Pablo Castaño

Oviedo

Estados Unidos activó ayer el incremento de los aranceles sobre el acero y el aluminio, que pasan a duplicarse hasta el 50% como anunció el pasado viernes Donald Trump y que añaden más incertidumbre a las negociaciones con China o la UE para alcanzar acuerdos que pongan fin a la guerra comercial. La Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid), en la que está integrada ArcelorMittal España y con ello sus plantas asturianas, señaló ayer que el impacto de los aranceles ya se ha hecho notar, con cancelación de pedidos de acero en curso y la aplicación de las nuevas tasas a mercancías que ya estaban en tránsito.

"El aumento del arancel al acero europeo hasta el 50% supone, en la práctica, el cierre del mercado estadounidense para los productos siderúrgicos europeos", declaró Carola Hermoso, directora general de Unesid, que añadió que, hasta ahora, el arancel del 25% permitía, aunque con dificultad, compartir el sobrecoste con los clientes. Sin embargo, destacó Hermoso, el nuevo escenario ha generado ya consecuencias inmediatas, como la cancelación de pedidos en curso. "El impacto económico es enorme. Hablamos de miles de millones de euros en pérdidas para la industria europea", advirtió la directora de Unesid.

Estados Unidos importa actualmente 27 millones de toneladas de acero al año, lo que representa el 28% de su consumo. Según Unesid, la imposición de aranceles del 50% no solo pone en riesgo las exportaciones de la siderurgia española a Estados Unidos, también genera un "preocupante efecto colateral como es el desvío de flujos comerciales hacia el mercado europeo, que ya sufre distorsiones internas y una presión insostenible por la entrada de acero desde terceros países, a menudo producido sin cumplir los estándares ambientales ni sociales europeos".

La descarbonización en Gijón

El incremento de las importaciones fue uno de los factores esgrimidos por ArcelorMittal para dejar en suspenso el principal proyecto de su plan de descarbonización en Asturias –la sustitución de uno de los hornos altos de Gijón por una planta de reducción directa de mineral de hierro con hidrógeno verde– pese a contar con una ayuda de 450 millones de euros de fondos europeos para la inversión.

Unesid teme que el mercado europeo "se inunde de acero no sostenible de terceros países que decidan no venderlo más a EE UU".

España exporta más de 250.000 toneladas de acero al año a EE UU, con un valor de más de 400 millones en 2024. "El cierre de este mercado supone un golpe directo a empresas que, en muchos casos, dependen de estas operaciones para su viabilidad", destacó Unesid, que considera imprescindible que se apruebe un paquete urgente de ayudas directas para las empresas afectadas por el cierre del mercado estadounidense.

Por su parte, la patronal europea del acero, Eurofer, señaló que con los aranceles estadounidenses elevados al 50%, la única manera de evitar una mayor erosión del mercado siderúrgico europeo y un nuevo revés para sus empresas es la rápida implementación de las medidas comerciales prometidas por la Comisión Europea en su Plan de Acción para el Acero y los Metales. Además, añadió que una solución negociada entre la UE y EE UU también es vital para preservar las exportaciones de acero europeas al país norteamericano.

"Si esperamos hasta 2026, cuando expire la actual salvaguardia del acero de la UE, gran parte de nuestra industria ya estará hundida sin posibilidad de recuperación", declaró Axel Eggert, director general de Eurofer, que reclamó urgencia para evitar el colapso del mercado europeo.

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