La segunda vida de Palacios y el recuerdo constante de Eduardo

Godoy Maceira no se olvida de su fundador en un año volcado en dos obras del arquitecto porriñés

Fernando Godoy, a la derecha, con parte de su equipo.

Fernando Godoy, a la derecha, con parte de su equipo. / P. H. G.

Vigo

Realizada con granito gallego, El color de la piedra es la instalación inmersiva concebida por la reconocida arquitecta Belén Moneo que se expone estos días 3, 4 y 5 de junio en Stonegal. En ella ha trabajado Godoy Maceira, que hace menos de un año despedía a su fundador, Eduardo Godoy, cuyo recuerdo sigue siendo constante pese al paso del tiempo.

El legado

«Él fue quien nos inculcó este amor por el sector, que nos encanta», afirma su hijo Fernando, gerente de la firma, explicando que durante el transcurso de este último ejercicio han afrontado las importantes restauraciones de dos obras del arquitecto porriñés Antonio Palacios: el templete de San Luis, y tras este el Templo Votivo del Mar de Panxón. «Me gustaría que hoy pudiese estar aquí. Creo que estaría muy orgulloso de ver esto».

Con obras a nivel nacional e internacional (EE UU, Alemania y Francia), la compañía acaba de invertir medio millón de euros en incorporar dos nuevas máquinas punteras. A mayores, ha reforzado su área de exportaciones.

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