Stellantis y CATL arrancan las obras para la gigafactoría, que empleará a 1.400 trabajados chinos

Las primeras maquinas empiezan a trabajar en la parcela para levantar un proyecto que genera 1.000 empleos directos con una inversión de 4.100 millones

Las máquinas trabajan ya en el movimiento de tierra en la zona donde se levantará la gigafactoría de baterías en Figueruelas.

Las máquinas trabajan ya en el movimiento de tierra en la zona donde se levantará la gigafactoría de baterías en Figueruelas. / Jaime Galindo

Zaragoza

Las primeras máquinas han empezado a trabajar para levantar la gigafactoría de baterías junto a la fábrica de coches de Figueruelas (Zaragoza), una inversión estratégica para el sector del automóvil tanto de Aragón como en el conjunto de EspañaTan solo cinco meses después de hacerse oficial la inversión, los trabajos han comenzado con el movimiento de tierra en la zona del recinto industrial donde se ubicarán las instalaciones, un proyecto impulsado conjuntamente entre Stellantis y el grupo chino CATL, con una inversión de 4.100 millones de euros y la previsión de crear 3.000 empleos directos.

Las obras de la futura fábrica han sido adjudicadas a la UTE (unión temporal de empresas) formada por el gigante español de infraestructuras y energía Acciona y el grupo local Mariano López Navarro (MLN), una de las mayores constructoras aragonesas. Los primeros movimientos dieron comienzo hace una semana. Este lunes podían verse trabajando en la parcela una excavadora y dos caminos, algunos con rótulos de la firma Hermanos de Pablo, a la que se han subcontratado algunas labores.

Los trabajos de movimiento de tierra, que se enmarcan en la fase cero del proyecto, se prevé que se prolonguen durante cuatro o cinco meses, lo que da una idea de la magnitud del proyecto. El inicio de las obras es también una señal inequívoca de la buena marcha del macroproyecto, que avanza a velocidad de crucero, algo que contrasta con los retrasos que han sufrido otros inversores similares en España.

Cambios de interior de la planta de Stellantis

Pero no solo se ha dado el pistoletazo de salida a las obras con el movimiento de tierra. En el interior de la fábrica automovilística de Stellantis también han comenzado a producirse movimientos, con la reorganización interna de algunas dependencias. Es el caso de los locales que ocupan las secciones sindicales, que en breves fechas serán trasladas a una nueva ubicación, en la parte exterior de la nave de carrocerías. 

Asimismo, se está llevando a cabo el asfaltado de una explanada (entre carrocerías y pintura) para reubicar allí las garitas de una empresa subcontratada. Hay que tener en cuenta que parte de las instalaciones de la gigafactoría se situarán en partes de la actual planta de Stellantis.

El Gobierno de Aragón aprobó a mediados de diciembre la Declaración de Interés General Autonómico (DIGA) al proyecto, un espaldarazo que agilizará los trámites administrativos. La gigafactoría, que posiciona a la comunidad como un polo estratégico para la movilidad eléctrica en Europa, alcanzará su plena operatividad en marzo de 2028 y una capacidad de producción de 50 GWh anuales, suficiente para equipar un millón de vehículos eléctricos. 

El inicio de la producción está previsto para finales de 2026, pero se hará inicialmente dentro de la actual planta automovilística de Stellantis. 

El despliegue del proyecto se divide en cuatro fases principales más la fase inicial (fase cero), destinadas a garantizar una construcción escalonada y la progresiva puesta en marcha de la planta con capacidad plena en 2028.

Empleo

La mano de obra procedente de China va a jugar un papel fundamental en la gigafactoría de baterías de Figueruelas, sobre todo en la fase inicial de lanzamiento de la producción. El gigante asiático CATL trasladará a unos 1.400 trabajadores de su país a tierras aragonesas para participar en la preparación y puesta en marcha de la fábrica, según han confirmado a EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del mismo grupo que FARO, varias fuentes conocedoras de las peculiaridades del plan de inversión.

Tanto el Gobierno de Aragón como el de España están inmerso en dar respuesta a una estrategia que CATL ya ha puesto en práctica en la primera industria de este tipo que ha instalado en suelo europeo, situada en la ciudad alemana de Erfurt, en el estado de Turingia. Las distintas administraciones competentes han empezado a mover ficha ante el desafío que supone la llegada de tal volumen de empleados extranjeros. Las necesidades de alojamiento y cobertura legal y laboral de este colectivo son algunas de las cuestiones prioritarias que han empezado a tratarse.

Desde Stellantis reconocieron que la contratación de compatriotas de su aliado chino es una de posibilidad que está sobre la mesa en el despliegue de la gigafactoría zaragozana. Consideraron «prematuro» hablar de los plazos, las condiciones y el número de trabajadores que podrían trasladar desde el gigante asiático.

«En este proyecto somos dos socios que tenemos que hablar, consensuar y dimensionar las diferentes necesidades y posibilidades», señalaron fuentes de la compañía automovilística, que insistieron en que se trata de un asunto «incipiente».

¿Casas prefabricadas?

El alcalde de Figueruelas, Luis Bertol Moreno, rechazó pronunciarse sobre este asunto para evitar malentendidos. No obstante, hace una semana aseguró en declaraciones a la Cadena Ser que el municipio apostaría por vivienda prefabricada y móvil para acoger «a los más de 2.200 trabajadores procedentes de China que levantarán la nueva fábrica de baterías».

Las fuentes consultadas rebajan esta cifra a 1.400 personas, un número algo mayor a los cerca de 1.300 vecinos que tiene hoy en esta localidad. «Hay mucho movimiento de la propia empresa que acuden al municipio para pedir información sobre diversos asuntos», aseguró Bertol al citado medio de comunicación, al tiempo que la intención de los promotores de macroproyecto es instalar las mobil home «lo más cerca posible de la fábrica».

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