Galicia consume más diésel y la gasolina sella su tope en 16 años pese al eléctrico

La comunidad surtió hasta marzo 68.342 toneladas de «sin plomo 95» y 316.142 más de gasóleo «tipo A», en su mayor valor en un sexenio por el envejecimiento del parque móvil

Gente repostando en una gasolinera de Lalín

Gente repostando en una gasolinera de Lalín / Bernabé

Vigo

Solo quedan 10 días para entrar oficialmente en junio y el panorama que viven las gasolineras gallegas nada tiene que ver, al menos en precios, con la tensión registrada a lo largo de los últimos años. Si en el sexto mes de 2020, en pleno zarpazo de la COVID, el litro de gasolina y gasóleo alcanzaba los 1,14 y 1,04 euros respectivamente en Galicia, solo dos ejercicios después, en 2022, estos valores se duplicaron hasta los 2,15 y 2,05 euros, evidenciando la enorme dependencia energética de la sociedad y su impacto en el bolsillo de tantísimos conductores. Hoy esa difícil y volatilísima coyuntura apenas se recuerda: el coste de los fósiles ha caído sostenidamente desde entonces y el pasado mes de abril se situaba en niveles de 2021. Tranquilidad para la economía de los hogares y más actividad para las estaciones de servicio, que suscriben récords de suministro de carburante que van más allá del aterrizaje de la pandemia que paró el mundo.

Según los datos de Cores (Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos), entre enero y marzo de 2025, el consumo de gasolina 95 está en máximos desde 2009 en la comunidad autónoma (68.342 toneladas distribuidas), mientras que el consumo de gasóleo tipo A anota su mayor valor desde 2019 (316.142 toneladas). Si se compara con los datos del primer trimestre del año del coronavirus, el consumo de sin plomo 95 se ha incrementado un 36,5%, mientras que el diésel ha repuntado un modesto 2,8%.

El coche eléctrico no arranca

Todo ello en un escenario en el que la descarbonización se ha impuesto a marchas forzadas por parte de la Unión Europea sin alcanzar los objetivos deseados e incluso con posposiciones, en respuesta a la escasa demanda que han suscitado los modelos eléctricos: vehículos en su práctica totalidad inaccesibles para un ciudadano medio. En este sentido, la Eurocámara y el Consejo aprobaron a comienzos de este mes retrasar dos años más las obligaciones de CO2 para los fabricantes. También va con retraso el campo de las infraestructuras, la otra pata de la transición energética. Galicia acarició los 2.000 cargadores para coches a cierre del primer trimestre gracias al acelerón de los postes instalados en ciudades, pero el ritmo de las instalaciones es insuficiente (18 nuevos puntos a la semana frente a las 60 que reclama Bruselas), la mayoría son lentas y un tercio no funciona.

Evolución del consumo de carburantes en Galicia

Evolución del consumo de carburantes en Galicia / Hugo Barreiro

Desde la patronal española de los concesionarios, Faconauto, destacan a FARO que estos aumentos en los consumos de gasolina (en su máximo en 16 años) y diésel (en su mayor valor en un sexenio) son «una consecuencia lógica del envejecimiento del parque móvil, que con una media de 16,3 años sigue siendo uno de los más veteranos del país». A sus ojos, esto «no debe entenderse como un retroceso». «Esta situación, aunque desafiante, pone de relieve el enorme margen de mejora y renovación que existe en la comunidad», hacen hincapié.

La electrificación de la flota de vehículos «aún no ha alcanzado una masa crítica suficiente como para impactar significativamente en los datos de consumo», agregan asimismo desde la entidad, si bien se atisban señales de avance «claras y esperanzadoras». Defienden que, aunque todavía no sean representativas, las ventas de vehículos electrificados han crecido un 11% en Galicia en 2024 y los puntos de carga se han incrementado un 56%: «Sigue habiendo margen de desarrollo y Galicia está en un momento clave. No partimos de cero y todo lo que queda por hacer representa una oportunidad real de modernización y crecimiento sostenible».

El coche usado «triunfa» ante la caída del nuevo

Falta mucho por hacer en el terreno de la electrificación y también a la hora de incentivar la compra de vehículos sostenibles, especialmente en un momento en el que el precio de los coches nuevos sigue sin dar tregua. En Galicia, entre enero y abril de este año, la media arroja que un turismo de primera mano ya supera los 27.000 euros, un 3% más que hace un año, y ante tal encarecimiento este mercado ha respondido matriculando 223 coches menos en el primer cuatrimestre del año, que se saldó con 8.476 vehículos a estrenar puestos en circulación.

Son cifras proporcionadas por la Agencia Tributaria, que por otro lado recoge el avance en la comunidad autónoma de los modelos usados, cuyo precio medio se situó en 10.461 euros (casi tres veces menos que uno de paquete). El segmento de ocasión registró en el mismo periodo un aumento de las ventas del 13,2%, con 311 unidades más comercializadas y 2.699 en su conjunto.

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