Entrevista | Miguel Ángel Castillo Vicepresidente de Desarrollo Tecnológico de Aernnova

«Coasa tiene un futuro muy bueno. Está llegando nuevo trabajo de otras plantas»

Desde Aernnova, que rondó los 1.000 millones de ingresos en 2024, aseguran que su filial gallega «se está consolidando como una de las plantas de material compuesto del grupo» tras especializarse «en procesos muy específicos»

Miguel Ángel Castillo, vicepresidente de Desarrollo Tecnológico de Aernnova.

Miguel Ángel Castillo, vicepresidente de Desarrollo Tecnológico de Aernnova. / FdV

Vigo

La ourensana Coasa remonta el vuelo y atisba claros tras la tormenta de estos últimos años, en los que el apoyo de su propietaria, la vasca Aernnova, ha sido clave para blindar a la firma del impacto del COVID y la inflación. La empresa «tiene ahora un reto muy grande con una carga de trabajo nueva que le está llegando de otras plantas del grupo», destacó ayer en una entrevista con FARO el vicepresidente de Desarrollo Tecnológico del conglomerado, Miguel Ángel Castillo, asegurando que se ha estabilizado la situación de la plantilla, «uno de los motivos de riesgo», y que hoy más que nunca hay «un futuro muy bueno», teniendo en cuenta que la previsión es crecer en torno a un 4% y 5% anual durante las próximas dos décadas de la mano del mayor tráfico aeronáutico que se proyecta.

Aernnova da fe de ello con unos resultados más que positivos a nivel ingresos: cerró 2024 aumentando un 12% su facturación y rozó los 1.000 millones de euros, que prevé rebasar este ejercicio. Con casi 6.000 profesionales operativos, más de 300 en San Cibrao das Viñas, una de las prioridades de la compañía es «automatizar y digitalizar» sus plantas mediante «un nuevo sistema único de control y gestión de la producción y de la cadena de suministro». Para ello lleva invertidos más de tres millones de euros anuales desde 2022.

En el «top» con Airbus, Embraer, Boeing...

En el caso de la filial gallega, Coasa, actualmente está trabajando en «cinco programas distintos» dentro de la amplia cartera de Aernnova, cuyas ventas se reparten entre la francesa Airbus (supone el 45%) y otros grandes del sector aeronáutico como la brasileña Embraer, la estadounidense Boeing o la italiana Leonardo. El punto fuerte en este sentido es que la factoría ourensana «se está consolidando como una de las plantas de material compuesto del grupo», destacó Castillo. «Se ha especializado en unos procesos productivos muy específicos», esgrimió, y una de las especialidades es lo que se llama «la estructura sándwich aeronáutica», que básicamente es un diseño de «estructura extremadamente ligera» que han logrado producir con éxito.

Lo consiguieron hacer para su principal cliente —detalló el vicepresidente de Desarrollo Tecnológico de Aernnova—, y fruto de ese «buen trabajo» la mayor parte de la carga vinculada a este proyecto «está recalando en Coasa», clave para la multinacional vasca. Se plantea «un reto de fabricación de primer orden» porque cualquier porosidad hace que haya una ingestión de agua y que la pieza pueda romperse en servicio: «El control de calidad es superexigente».

«Todo esto ayuda a estabilizar, y todo lo que venga ahora solo va a ser crecimiento», resaltó asimismo Castillo sobre el futuro de Coasa. También dejó claro que están abordando «proyectos muy innovadores pero todavía en fases iniciales» como el avión más grande del mundo, el WindRunner, que construirá junto con Radia y servirá para transportar palas eólicas terrestres gigantes y altamente eficientes para ampliar la energía eólica y alcanzar los objetivos climáticos. «Estamos también en conversaciones con diferentes fabricantes de vehículos de movilidad aérea avanzada: drones, aerotaxis… Una vez pasemos la fase de desarrollo de producto y tengan éxito en el mercado acabarán siendo un vehículo más», vaticinó.

Exhibición ayer en las jornadas de Aimen. |  Pablo H. Gamarra

Exhibición ayer en las jornadas de Aimen. / Pablo H. Gamarra

Aimen «pilota» 40 proyectos aeronáuticos

Uno de los proyectos que Coasa arrancó el año pasado fue posible gracias a su colaboración con Aimen, precisamente «por su excelencia en soldadura» y que implica el desarrollo de «un nuevo material compuesto prometedor que está basado en resinas termoplásticas». Pero esta iniciativa del centro porriñés, que entre ayer y hoy celebra un evento internacional enfocado en las tecnologías de fabricación avanzada aplicadas al sector aeronáutico, no es la única. Cuenta con cerca de 100 actuaciones de investigación e innovación «corriendo en paralelo» de las que 40 están ligadas a este nicho.

«De todas ellas el 80% son de ámbito europeo», destacó ayer el director de I+D de Aimen, Fernando Sánchez, que se mostró «orgulloso» de la atención que han suscitado sus jornadas, que reúnen a 120 representantes de firmas punteras como Airbus, Aernnova, Aciturri, GKN Aerospace, Collins Aerospace o CDTI.

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