Empresas gallegas acuden a los productos reacondicionados: «Es un mercado que crece constantemente»

Las compañías españolas son las responsables del 40 % de las emisiones totales de CO2, según un informe elaborado por Oxfam Intermón

Este año se cumple una década de la aprobación de la Agenda 2030 contra los residuos: tan solo se ha logrado el 17 % de lo pactado

Dos empleados de la tienda de tecnología reacondicionada Digalco en el almacén de la empresa.

Dos empleados de la tienda de tecnología reacondicionada Digalco en el almacén de la empresa.

Casi tres planetas Tierra para mantener a toda la población. Es la escalofriante cantidad de recursos naturales que se precisarán en 2050 si la cifra demográfica alcanza los 9.800 millones de personas, un número al que el mundo se acercará peligrosamente para entonces, según las previsiones de la ONU. Las emisiones de CO2 son las responsables directas del calentamiento global y el consecuente agotamiento del sustento. Las empresas se encuentran, más que nunca, en la diana.

«El producto reacondicionado les ha abierto a las empresas una oportunidad nueva, es un mercado que crece constantemente, año a año», relata a FARO el CEO de Digalco, Agustín González, una firma gallega de tecnología reacondicionada con sede en A Coruña cuya misión es «vencer al residuo». Este salto fue exponencial tras iniciarse la pandemia de covid.

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Agustín González - CEO de Digalco

«Existen empresas que poseen una responsabilidad social en su propia génesis para contribuir a reducir cantidades importantes de CO2»

Las compañías españolas acaparan en la actualidad un 40 % de las emisiones totales de dióxido de carbono, según un informe elaborado por Oxfam Intermón sobre medio centenar de firmas de nuestro país. En sus conclusiones, la oenegé señala que se ha experimentado una reducción en este parámetro de contaminación en los últimos años, pero de manera «muy lenta».

Ante este panorama, empresas gallegas, del resto de España y portuguesas han mostrado en los últimos años «esa sensibilidad con la economía circular»: «Poseen una conciencia sobre ello, una responsabilidad social en su propia génesis para contribuir a reducir cantidades importantes de CO2», afirma González sobre un escenario en el que lleva operando más de 25 años.

«La sensibilidad por la falta de sostenibilidad es más acentuada en los países más al norte de Europa, aunque aquí esto empieza a ser un vector de decisión», explica el experto.

Esta estrategia empresarial repercute igualmente en el bolsillo, claro está, y es el motivo principal que lleva a muchos dirigentes -también de ‘start-ups’- a acudir a este mercado: «Pueden ahorrarse desde un 30 % hasta un 80 % en el precio».

Interior de Digalco, tienda especializada en el reacondicionamiento de tecnología para empresas.

Varios ordenadores en el interior de Digalco. / Cedida

Agenda 2030 y Ley de Residuos

En septiembre de este 2025, se cumplirá una década de la aprobación de la Agenda 2030 por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Este documento incluye 169 metas acopladas en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El número 12, concretamente, aboga por «reducir la generación de desechos mediante la prevención, reducción, reciclado y reutilización».

En sus recomendaciones para las empresas, se les insta a «encontrar nuevas soluciones que permitan modelos de consumo y producción sostenibles». Paralelamente, alerta de la necesidad de «conocer más a fondo las repercusiones medioambientales y sociales que tienen ciertos productos y servicios, tanto en lo que respecta a su ciclo de vida como al modo en que se ven alterados por su uso».

Cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), a fecha del 2024.

Cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), a fecha del 2024. / Red española del pacto mundial

Para su cumplimiento particular, España lanzó la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular. El texto legal urge «la promoción de la reutilización de productos o preparación para la reutilización de productos desechados» a través de «medidas educativas, económicas, logísticas o de otro tipo, como el apoyo a los centros y redes autorizados de recogida y reutilización, así como la promoción de su creación».

El marco actual obliga, finalmente, a una profunda reflexión: tan solo se ha cumplido el 17 % de las citadas 169 metas, según indica el Informe sobre ODS 2024 de las Naciones Unidas, el más reciente.

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