El bum de nueva vivienda desborda la industria gallega con carga al 100%

Constructoras tradicionales y plantas de prefabricación se alían en «joint ventures» para ahorrar tiempo y mano de obra: «Se montan tres edificios en lo que antes se hacía uno»

Construcción residencial proyectada por la gallega Rodiñas a partir de procesos industrializados.

Construcción residencial proyectada por la gallega Rodiñas a partir de procesos industrializados. / FdV

Vigo

El volumen de viviendas que salen al mercado en Galicia está muy lejos de superar la barrera de las 30.000 propiedades anuales que en su momento, antes del crac inmobiliario de 2008, consiguieron romper las constructoras en la comunidad. Hoy apenas se comercializan dos millares —2.341 en 2024, cifra similar a las 2.358 de 2023—, y ello ha llevado al territorio gallego a armarse para afrontar el sinhogarismo, como así lo constatan los nuevos visados de obra solicitados a lo largo del último año. Alcanzaron su mayor cota desde 2009 con un total de 7.814, un 54% más, en un esfuerzo de las administraciones para mitigar los problemas de acceso residencial, al calor de una fuerte caída de los tipos de interés que no solo promueve las compraventas, también las inversiones. En el caso de la Xunta, la hoja de ruta pasa por duplicar el parque residencial público autonómico hasta las 4.000 promociones. Una promesa que plantea cumplir esta legislatura el Gobierno de Alfonso Rueda, que como desgranó FARO en su edición del pasado 14 de abril está tirando ya de vivienda industrializada —la construida en una fábrica por piezas que se montan sobre el terreno— para acelerar las cosas.

Vivienda industrializada: "Tres edificios donde antes había uno"

«Se montan tres edificios en lo que antes se hacía uno», apuntan fuentes del sector sobre esta solución que pasa por proyectar pisos como si se tratasen de figuras Lego, encajando todas las partes de una serie de estructuras que prediseñadas y moldeadas para su ensamblaje en altura. Las ventajas son evidentes: menos tiempo y menor necesidad de profesionales; un win-win difícil de rechazar si se tiene en cuenta la gran sangría de trabajadores que adolece el gremio en la actualidad.

Joint ventures para satisfacer la demanda

Así, por medio de joint ventures, las constructoras tradicionales se están aliando estratégicamente con firmas especializadas en vivienda industrializada para meter una marcha más y atender el exceso de demanda con mayor oferta. El problema es que estas últimas compañías lidian también con pedidos más allá del plano habitacional, como por ejemplo los vinculados a la creación de naves o plantas.

"Estamos desbordados": colas de espera de un año

Se encuentran al 100% y ya hay colas de espera de hasta un año de cara a afrontar más encargos. «No hay capacidad para atender todo. Estamos desbordados», indica Daniel HermosillaCEO de la gallega Rodiñas.

Construcción residencial proyectada por la gallega Rodiñas a partir de procesos industrializados.

Construcción residencial proyectada por la gallega Rodiñas a partir de procesos industrializados. / FdV

Un momento "efervescente" para el sector

A ojos del empresario, el sector vive «un momento efervescente» y las miradas deben estar centradas en impulsar un modelo de producción que «viene para quedarse»; ejemplo de ello son las residencias impulsadas por la Fundación Amancio Ortega que han levantado empleando la misma técnica. «Es una oportunidad que tenemos que aprovechar y un nicho aún por desarrollar», resalta, afirmando que, además, «permite prescindir de perfiles que no tenemos, como albañiles o encofradores, y aprovechar otros puestos técnicos que sí tenemos e incluso se están yendo al exterior, como los arquitectos e ingenieros».

Limitaciones y oportunidades de la construcción industrializada

Las limitaciones de la vivienda industrializada aún son patentes: más allá de que falte capacidad en el segmento, hay otras condicionantes que influyen como la propia altura de las edificaciones, que no suelen superar los cinco o seis pisos. Como recuerda el presidente de la Asociación de Constructores de PontevedraMiguel Caruncho, esta clase de obra «no es nueva».

Las constructoras internalizan el proceso

En Galicia lo habitual es que se firmen acuerdos entre empresas para llevar a cabo los proyectos que van surgiendo, algunas constructoras grandes ya están creando sus propias prefabricadoras para reducir costes y no depender de terceros: «Cada vez son más las que estudian internalizar el proceso».

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