Un revés judicial clave para Stellantis: pierde contra un proveedor al que acusaba de subir los precios

Un juzgado de Estados Unidos desestima la demanda de la multinacional contra una firma local a la que achacaba mantener las piezas «como rehenes»

Interior de una planta del proveedor MacLean-Fogg.

Interior de una planta del proveedor MacLean-Fogg. / MF

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

Vigo

Bajo el mando de Carlos Tavares como CEO, Stellantis acrecentó la deriva hacia el low-cost, apretando al máximo a los proveedores para que ajustaran los precios de los componentes a riesgo de quedarse sin los contratos futuros en beneficio de otros competidores.

En el caso de Galicia, por ejemplo, no son pocos los casos en los que las compras acabaron firmándose en otros países como Portugal, Turquía o Marruecos, principalmente. Muchos se resistieron y sufrieron las consecuencias; otros intentaron resistir, arañando algún céntimo y manteniéndose en el alambre, mientras que el resto directamente se vieron incapaces de competir y sucumbieron. Ya lo avisaba el portugués: se estaba dando «un enorme cambio en la base de proveedores». Ahora, la empresa se acaba de llevar un revés judicial en EE UU, donde ha demandado a varios proveedores a consecuencia de aquella guerra de precios.

Según informan los medios del país, un juzgado de Michigan desestimó la demanda presentada por el fabricante frente a un proveedor, MacLean-Fogg Component Solutions LLC, con sede en Illinois, al que acusaba de mantener las piezas «como rehenes» para así conseguir mejorar el precio. Una decisión que, según Stellantis, supuso la paralización de alguna de sus plantas, dejando de producir vehículos de las marcas Dodge, Ram, Jeep o Chrysler.

MacLean-Fogg, una empresa con cien años de historia, suministraba piñones y engranajes para las plantas de Stellantis en Indiana que fabrican transmisiones. Como el resto, el proveedor se vio impactado por la inflación y para poder asumir los pedidos con garantías reclamó más dinero o no enviaría las piezas. Ya en 2024 trascendió que la compañía con planta en Vigo había pagado un extra a la compañía para que no cortase el suministro. Sin embargo, esta no fue la única firma que se plantó ante Stellantis, que también demandó a otras compañías por el incumplimiento de los contratos de suministro.

Fichas de dominó

«Es una gran victoria para MacLean-Fogg, con importantes implicaciones para sus homólogos fabricantes de piezas, que tradicionalmente asumen todo el riesgo en los contratos», resume los especializados Crain’s y Automotive News, que contactaron con el despacho de abogados que llevó el caso para el proveedor: «Es algo muy impactante y las fichas de dominó están empezando a caer».

Stellantis, que cifró el daño sufrido en 3,7 millones de dólares (3,4 millones de euros al cambio actual) para este caso, puede ahora recurrir esta decisión que el juez tomó en coherencia con otra fechada en mayo de 2024, en este caso entre las empresas Higuchi y Autoliv. El grupo que preside John Elkann trasladó que confía en que la justicia finalmente le acabe dando la razón. Mientras, el resto de proveedores que se vieron en la misma situación aguardan un resultado similar al logrado, aunque sea momentáneamente, por MacLean-Fogg.

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